Cuatro socias comentan su experiencia como profesionales ligadas al sector y dan su visión acerca de los avances y desafíos para una mayor participación femenina.

En el marco del Mes de la Mujer, que se conmemora durante marzo, quisimos recoger testimonios de socias de Voces Mineras sobre su experiencia en una industria donde predomina la presencia masculina –pero que está haciendo esfuerzos concretos para avanzar hacia una participación más balanceada– y respecto de los desafíos que aún permanecen para que las mujeres se sientan atraídas por trabajar en este sector y desarrollarse en él.

Para Irene Aracena, geóloga de profesión y especialista en geometalurgia, su proceso de inserción no fue difícil, dice. “No me costó insertarme, yo estudié en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile y ahí también es un mundo mayormente de hombres, por lo tanto, ya conocía la experiencia de trabajar con hombres”, comenta. Además, destaca el nivel de eficiencia que en esa época había en la empresa donde desarrolló gran parte de su carrera (Codelco), “que ocupaba altos puestos de productividad a nivel mundial”, indica.

En el caso de la abogada Verónica Baraona, ex subsecretaria de Minería, sus años trabajando ligada a la industria minera han sido, en lo personal y profesional, de un aprendizaje continuo. Describe que ha tenido “buenas experiencias humanas con algo de desconfianza en algunos casos”, pero que nunca ha sentido algún tipo de discriminación. Con todo, recuerda que “costaba mucho más a una mujer llegar a cargos directivos; eran puestos destinados sólo a los hombres”. Aunque reconoce que se ha producido un cambio cultural a lo largo de estos años.

En una línea similar opina María Isabel González, ingeniera civil de Minas, gerente general de la consultora Energética. “Mi experiencia ha sido en general muy buena, he tenido muy pocas situaciones de discriminación”, sostiene, puntualizando que “más bien ha sido una ventaja mi condición de mujer en las actividades que me ha correspondido desempeñar”.

Asimismo, la experiencia de Juanita Galaz ha sido, en general, positiva. La también ingeniera civil de Minas y directora ejecutiva de la consultora ambiental MYMA, destaca que el hecho de ser mujer no fue un obstáculo para desarrollarse profesionalmente y que en todos los trabajos donde ejerció, sus jefes le abrieron oportunidades que le permitieron fortalecer los conocimientos que adquirió en la universidad. “En 1980 fui nombrada jefa de una planta concentradora a los 25 años de edad, con más de 200 personas a mi cargo, donde casi la totalidad eran hombres y siempre sentí colaboración y apoyo, a pesar de mi juventud y poca experiencia. En Sernageomin tuve la oportunidad de incorporar la componente ambiental en los proyectos mineros. Fui vicepresidente de Asuntos ambientales y permisos de una empresa norteamericana. Es decir, cargos con alta responsabilidad”, resalta.

Avances y desafíos

En relación con los avances que muestra la minería respecto de la presencia femenina, Irene Aracena opina que la participación actual de las mujeres es destacable. “Ha obligado a los hombres a humanizar la actividad laboral tan exigente y a considerar las capacidades propias de la mujer para aumentar la eficiencia y productividad en la industria minera”, afirma. Como desafío, plantea que “el principal que le toca a la mujer profesional de la minería (y de todos los ámbitos) es hacer entender a los hombres que traer hijos al mundo es una tarea compartida y no un ‘problema’ de la mujer”.

Por su parte, Verónica Baraona, asevera que el cambio que se ha generado en los últimos años con la incorporación de la mujer “ha sido extraordinariamente beneficioso para la industria”. En ese sentido, destaca la llegada de mujeres altamente preparadas a cargos directivos a nivel nacional e internacional. “Espero que en esa materia se siga avanzando, ya que las nuevas generaciones de hombres tienen otra mirada. Es un sector que hoy no admite diferencias, sobre todo considerando las nuevas experiencias y el abanico de posibilidades y temas que podemos desarrollar”, añade.

En opinión de María Isabel González, ha sido fantástico que más mujeres se atrevan a ingresar a diversas actividades dentro de la minería. A su juicio, los desafíos que permanecen están relacionados con lograr que más mujeres lleguen a cargos gerenciales, “aunque hay que reconocer que se ha avanzado mucho”, acota.

Como “espectacular” califica Juanita Galaz la participación femenina que existe actualmente en la industria minera. “En primer lugar quiero destacar la gran cantidad de mujeres que se interesan por la minería y la solidaridad que se observa entre colegas del mismo género. Las empresas se han abierto a la contratación de mujeres y se evidencia que la respuesta profesional no es diferente a la de los hombres”, señala. Para ella, los desafíos más potentes están orientados a: lograr la equidad, que las mujeres sean apreciadas como profesionales que aportan a una mejor toma de decisiones, a su inclusión en altos mandos y a formar parte de los directorios de las empresas.