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Irene Aracena: “Tenemos que salir del cobre, Chile tiene mucho más que investigar y explorar”

La geóloga y socia de Voces Mineras plantea la necesidad de hacer exploración y estudios de productos distintos del cobre, y atraer inversionistas que apoyen este tipo de iniciativas.

 

Aunque su primera opción era estudiar Astronomía, cambió el estudio del espacio por el del suelo: estando en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, terminó optando por la carrera de Geología, motivada por su pasión de salir a terreno y estar en contacto con la naturaleza. Tras egresar, Irene Aracena se convertiría en la primera mujer geóloga en Codelco contratada en una mina a rajo abierto.

“No me gustaba la idea de estar encerrada en una oficina”, sostiene. “Quería ser geóloga regional, irme a los cerros, descubrir lugares. La minería no era una opción tan fuerte como lo fue después, pero mi segunda práctica la hice en Chuquicamata y me gustó”, cuenta.

Fue geóloga de Producción y Desarrollo de Proyectos en la División de Codelco, donde estuvo durante 18 años. Dice no haberse sentido discriminada por ser mujer, aunque un colega le dijo una vez que, si quería ascender, tenía que trabajar hasta las 8-9 de la noche, sábado y domingo. Como tenía dos hijas pequeñas, prefirió seguir con sus tareas cotidianas y tener un horario que fuera compatible con la vida de familia.

Estando en Chuquicamata tuvo como jefes a varios de los que hoy son socios de Voces Mineras, tales como Carlos Vega, Sergio Jarpa, Pío Vilavella. “Eran muy afines a geología, siempre estaban valorando todo lo que son las exploraciones geológicas”, destaca.

Cuando sus hijas ya estaban por entrar a la universidad, a fines de los ‘90, renunció a la división de Codelco, para trasladarse a Santiago. Siguió vinculada a la minera estatal como contratista, prestando asesoría en geometalurgia. En paralelo, también empezó a prestar servicios a diversas empresas mineras, entre ellas, El Abra, Caserones, Mantos Blancos, Escondida, La Coipa.

Entre 1999 y 2002 fue presidenta del Colegio de Geólogos de Chile y directora del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCh). En este último coincidió con Carlos Vega como presidente. Estando en esas funciones le tocó participar en diversos eventos, donde conoció a Juan Rayo (actual vicepresidente de Voces Mineras), quien unos años después le ofreció ser geóloga de su firma de ingeniería, JRI. “En una empresa de ingeniería dedicada a la minería se necesita hacer el nexo entre los procesos mineros, metalúrgicos y la geología”, observa Irene Aracena.

El propio Rayo la invitó a ser parte de la asociación gremial Voces Mineras, a la que se incorporó como socia este 2022.

La geóloga en una nota de El Mercurio.

Por una geología más presente

De su experiencia como presidenta del Colegio de Geólogos, donde estuvo dos años a la cabeza, dice haber quedado agotada. “Porque la geología todavía no está ampliamente difundida en Chile y tampoco todos los beneficios que ella puede reportar al país. Todavía se considera sólo para la minería y para el Sernageomin; esas son las únicas fuentes de trabajo que hay, pero la geología tiene mucho que hacer”, remarca Irene Aracena.

– ¿Cuáles son las potencialidades que tiene la geología hoy?

– En Europa, por ejemplo, los geólogos ya están metiéndose en lugares donde hay población civil.

En Santiago tenemos la famosa falla de San Ramón, pero nadie sabes cuáles son las implicancias si se activa. Está bien estudiada, pero al parecer a nadie le interesa. Porque si a alguien le interesara, vería que nadie construya en la trayectoria de la falla, así como tampoco en los ríos o en las bajadas de lava de los volcanes. Hay volcanes que están inactivos por siglos, pero nadie puede asegurar que alguno no se vaya a activar mañana. Pero se construyen resorts con hoteles de lujo y cabañas preciosas encima del camino de lava de los volcanes. ¿Y quién autoriza eso? Un arquitecto que no tiene idea, una persona que está en la municipalidad autorizando planos, pero que nunca ve la geología.

– ¿No habría que mejorar la normativa que regula este tipo de proyectos para incorporar expertos como los geólogos?

– Al Colegio le falta todavía más fuerza para ir al Congreso y decir las cosas que hay que cambiar. Tenemos poca representatividad en ese tipo de discusiones. La geología medioambiental también tiene mucho que decir.

Falta más cultura y educación colectiva. En el norte, cuando llueve en la cordillera y el agua recupera su cauce, se lleva plantaciones, casas, autos, personas, que se instalan en el lecho de un río. El geólogo con solo mirar sabe dónde están los peligros.

– ¿Cómo evalúa la formación que tienen actualmente los geólogos?

– El riesgo que veo en la actualidad es que la juventud está muy aficionada al computador y al uso de software, pero va poco a terreno. Hacen mapas, sacan conclusiones a partir de lo que les dice un software, pero un software no va a pensar por sí mismo, no va a dar las alertas; uno tiene que ver las alertas y esa capacidad la va dando la experiencia.

Otro tema es que la carrera de geología es cara, porque tienes que llevar a los alumnos a terreno, tener vehículos, alojamiento, comida. Y algunas universidades privadas no están muy convencidas de que tienen que aportar esos recursos para sacar un buen geólogo. En algunas instituciones les pasan fotos a los alumnos para reconocer los minerales. Eso es una aberración. El geólogo básicamente se forma en terreno y después del terreno, de años de recorrido, recién se puede sentar a manejar un software. Pero están empezando al revés.

– Los últimos estudios de fuerza laboral para la minería muestran una sobreoferta en la carrera de geología. ¿Qué le parece esa situación?

– Cuando sube el precio del cobre, sube todo, porque todos ven la oportunidad de hacer su negocio, y sube la demanda de geólogos, ingenieros y otros profesionales. Pero si baja el precio del cobre, quedan 100 geólogos cesantes de un día para otro.

Las universidades sacan muchos geólogos al mercado y diría que el 90% de ellos se tiene que ir a la minería, independiente de que la industria los absorba o no. En la medida que Chile vaya entendiendo la utilidad del geólogo, se van a crear más puestos de trabajo. La geología debiera estar en múltiples áreas.

Irene Aracena retratada en una publicación cuando era geóloga jefe de El Abra.

Hacia una exploración más diversa

– Desde el punto de vista de la exploración, ¿cómo ve a Chile en cuanto a su atractivo para atraer inversiones en este campo?

– Chile no está como antes. El cobre fue la gran atracción en los años 90 y 2000, en que se exploraron todos los yacimientos que se están explotando ahora y que eran rentables. Sigue habiendo cobre más abajo, pero está muy profundo y es muy caro sacarlo. Esas reservas están ahí todavía, pero ya no está el boom de la exploración por cobre. Se trasladó a Perú.

No hemos sido capaces de explorar por otros productos. Por ejemplo, nosotros (en JRI) estamos viendo el tema de las tierras raras, donde hay que investigar bastante. Hay que hacer un buen estudio y en Chile están las capacidades, pero el incentivo no es muy fuerte. Hay que atraer inversionistas para que puedan apoyar este tipo de iniciativas. Tenemos que salir del cobre, porque en algún momento se va a terminar. Chile tiene mucho más que investigar y explorar.

– Según su experiencia, ¿se pueden obtener elementos interesantes de los relaves?

– Los relaves se están estudiando bastante, hay diversos especialistas investigando, no solamente desde el punto de vista geometalúrgico, también para el desarrollo de geopolímeros, para la elaboración de ladrillos. Hay elementos que están en abundancia en los relaves, pero hay que hacer una buena investigación mineralógica. Como JRI hemos investigado, pero falta más análisis, faltan más pruebas para conocer más sobre el potencial de los relaves.

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