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Voces Mineras aboga por que Chile mantenga una capacidad estratégica de fundición

La asociación gremial analizó la situación de las fundiciones en el país y los desafíos que está enfrentando este rubro. Juan Rayo, vicepresidente de la entidad, presentó a los socios un proyecto actualizado de una nueva fundición público-privada en Chile.

Fotografía Fundición Caletones, de El Teniente.

Frente a la creciente producción de concentrados de cobre en el país, que en una proporción se exportan, unida a los múltiples desafíos que están enfrentando las fundiciones –de carácter tecnológico, económico y socioambiental principalmente-, la asociación gremial Voces Mineras instó a abordar este rubro con un enfoque estratégico, teniendo a la vista todos los factores que inciden en su desempeño.

Por una parte, están la pérdida de competitividad que afecta a una gran parte de las fundiciones locales y la perspectiva de un aumento en el nivel exigido para la captura de gases (SO2 y As) desde el 95% vigente a 99%, alineándose con normas internacionales, lo cual implicaría más inversión en instalaciones a las que ya se han destinado cientos de millones de dólares para cumplir, con dificultades, la normativa vigente.

Por otra, está el desafío de agregar valor a las exportaciones de cobre, fortaleciendo el peso del cátodo en ellas, commodity de mayor liquidez y seguridad frente a los concentrados. Asimismo, está la necesidad de avanzar en la recuperación de múltiples metales, lo que mejoraría la productividad del sector. Y a esto se suma un escenario de crecientes restricciones al transporte y comercialización de concentrados con impurezas (alto contenido de arsénico en algunos casos).

Por el lado del mercado, está quienes ven en China a una amenaza dominante, que en el futuro podría imponer condiciones desfavorables para los cargos por tratamiento y refinación (TC/RC) del concentrado que compre. Pero otros advierten que ese país, así como Japón, son autosuficientes en producción de cátodos y no necesitan comprar más a terceros, sino más bien seguirán requiriendo concentrados para sus fundiciones.

Con estos factores sobre la mesa, Voces Mineras aboga por que Chile mantenga una capacidad estratégica de fundición, reemplazando aquellas inviables por instalaciones de tecnología moderna, con alto nivel de captura de emisiones y de rendimiento eficiente.

Proyecto nueva fundición

Socios de Voces Mineras analizaron el tema en una reunión-almuerzo.

El análisis de la entidad gremial se hizo a partir de una reunión de socios en la que el vicepresidente de la asociación, Juan Rayo, expuso sobre un proyecto actualizado de una nueva fundición estatal-privada en Chile.

Entre las consideraciones contempladas para esta inversión mencionó: el creciente stock de concentrados disponibles, que en una gran porción no tendrían calidad exportable, con leyes de arsénico entre 0,3 y 3%; la reformulación del marco regulatorio ambiental hacia uno más restrictivo (se estima que la norma de captura llegará sí o sí al 99% de SO2 y As hacia 2030); y las limitaciones tanto en capacidad como en tecnologías obsoletas de las actuales fundiciones.

Particularmente, hizo ver que las fundiciones de Codelco están entre las más caras del mundo, con cargos TC/RC mayores a US$0,40/lb Cu en promedio. “Por localización y tamaño, las fundiciones de Ventanas y Potrerillos no son viables en el largo plazo”, añadió, puntualizando que están complicadas por la pérdida de la licencia social para operar y los altos costos en que tendrían que incurrir para adaptarse a regulaciones más exigentes.

“Codelco, con un gran esfuerzo técnico y económico, puede adaptar las fundiciones de Chuquicamata y Caletones para alcanzar, con dificultades, las nuevas normativas”, planteó Rayo, advirtiendo que los convertidores de uso actual, CMT y Peirce Smith, quedarán tecnológicamente obsoletos.

Añadió que las fundiciones de la estatal siempre se mantendrán en el último cuartil de costos por su baja productividad intrínseca.

Según el vicepresidente de VVMM, Chile debiera procesar una mayor parte de sus concentrados, al menos la mitad antes de 2050, lo que justificó argumentando que:

  • Se debe evitar el eventual monopsonio de China en el mercado de compra de concentrados.
  • El país debe incrementar el valor agregado de lo que exporta, generando más actividad directa e indirecta, más empleo e impuestos secundarios.
  • Debe evitar las multas y restricciones a la exportación de concentrados con alto contenido de impurezas, sobre todo As.
  • Debe producir una cantidad razonable de ácido sulfúrico para mantener sus costos de venta bajos y permitir continuar la explotación de yacimientos lixiviables de baja ley (usando las plantas SX-EW existentes y capacidades disponibles).
  • Debe iniciarse en la senda de los polimetálicos, explotando los subproductos asociados al concentrado, en especial metales preciosos procesados, fierro magnético, oro, plata.

¿Pero por qué desde hace 30 años no se ha construido ninguna fundición en Chile? Al respecto, Juan Rayo sostuvo que los costos de capital son altos, las restricciones ambientales son crecientes y se requiere de tecnología avanzada. Además, la rentabilidad del negocio de fundición y refinería (FURE) es sustancialmente menor que el minero-concentradora.

Juan Rayo, vicepresidente de Voces Mineras A.G.

Complejo público-privado

En este contexto, a juicio de Juan Rayo, el plan estratégico más conveniente para Chile es formalizar una alianza pública-privada que diseñe, financie, materialice y opere un complejo FURE de alta tecnología y eficiencia, que procese en forma creciente desde alrededor de 2 millones de toneladas de concentrado por año hasta 10 millones ton/año a mediados del presente siglo.

“La nueva empresa tendrá carácter autónomo con participación del Estado (50%), con un financiamiento inicial diferente (80/20 privada/estatal), que permita un financiamiento posterior en base a sus propios activos y capacidad de endeudamiento propio”, propuso.

Como condiciones esenciales que debe cumplir esta nueva fundición planteó:

  • Alta capacidad de tratamiento de concentrado por módulo (continuo, de alta productividad, automatizado, con recuperación de subproductos, ecológico).
  • Localización alejada de la costa y lugares poblados, en terrenos aptos para soportar expansiones, idealmente cerca de carreteras y vías férreas, en territorios planos y sin ser explotados.
  • Disponer de abastecimiento de concentrados contractual de largo plazo, que asegure un 80% de su capacidad nominal.
  • Equipo profesional de alto nivel, que haga mejoramiento continuo e innovación tecnológica (con visión polimetálica).
  • La nueva FURE producirá cátodos de alta pureza, ácido sulfúrico, metal doré, fierro magnético, tierras raras, otros productos. Podrá acopiar cátodos si así lo requieren sus usuarios.
  • Financiamiento inicial compartido en proporción 80/20, privado y estatal, pero con una propiedad accionaria de tipo 50/50.
  • Se requeriría una inversión del orden de US$5.000 a 6.000 millones.
  • Podría alcanzar utilidades anuales entre el 3 y 10% del capital invertido.

A juicio del expositor, esta opción sería la única viable para que Chile siga exportando cátodos en forma considerable evitando ser considerado un país extractivista.

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