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Víctor Pérez: “Tener una minería neutra en carbono, sin residuos ni emisiones es posible”

El socio de Voces Mineras asegura que “la minería verde llegó para quedarse” y que ésta implica una transformación en la forma de hacer las cosas, a través del conocimiento, alta vinculación territorial y formación de capital humano.

Gran parte de la carrera profesional de Víctor Pérez ha estado vinculada al desarrollo de mercados y la búsqueda de oportunidades tecnológicas para el cobre y otros minerales, a través de un estrecho trabajo con el mundo científico y de la innovación, vinculándose además con las necesidades de los usuarios finales. Participó en la creación de Codelco Lab, la primera filial de la estatal que conectaba el mundo innovador y emprendedor con los requerimientos de la minera, así como en la formación de Aurus Venture Capital III, el primer fondo de inversión de capital riesgo de la industria del cobre del mundo.

Para este socio de Voces Mineras, la irrupción de nuevas tecnologías en la minería obliga a cambiar los modelos de gestión minera e incorporar a la sustentabilidad como parte integral de ellos.

Víctor Pérez nació en Santiago y estudió toda la etapa escolar en el colegio Saint George. Estudió Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile, especializándose en las áreas de Marketing y Finanzas. Al egresar, postuló a la Superintendencia de AFP, donde trabajó durante dos años en derivados financieros, opciones y futuros.

Fue cuando lo llamaron de Codelco para hacerse cargo de la crisis que provocó el “Davilazo”, fraude que había dejado importantes pérdidas en mercados de futuros para la compañía. “Logramos implementar los controles y llevar adelante, junto a un gran equipo, el manejo de una pérdida que llegó casi a US$200 millones. Logramos reducirla de manera importante, gracias al manejo de posiciones y generando los antecedentes legales que permitieran hacer una buena defensa de Codelco frente a distintas contrapartes internacionales”, recuerda.

Se mantuvo en la Corporación como trader de futuros por dos años y después –en 1997– partió a la oficina de la minera en Londres, desde donde ésta manejaba sus subsidiarias de Alemania y Francia, que comercializaban alambrón de cobre. Pérez complementó su estadía estudiando un master en Management en el campus londinense de la Universidad de Boston, durante el primer año. Y al año siguiente continuó su especialización con un master en Finanzas en el Imperial College de la Universidad de Londres. Después de tres años en Inglaterra, a comienzos de 2000 se trasladó a Codelco en Santiago, para liderar la parte comercial de los denominados “mercados en crecimiento”, los cuales incluían a China, México y Turquía, entre otros.

En 2002 decidió salir de la cuprífera para concentrarse en una iniciativa personal: la plataforma Web Minero, que potenció con la representación Bolero.net que trajo de Reino Unido. El objetivo era poner en formato digital la cadena de papeles que daban cobertura a la comercialización de cobre.

Hacia 2004 volvió a Codelco, al equipo de Desarrollo de Mercados, asumiendo como director de Marketing. Allí coincidió con Jürgen Leibbrandt, socio fundador de Voces Mineras, quien era gerente del área. “En esos años trabajamos en crear demanda de cobre de manera estratégica en el largo plazo. Se necesitaba generar un rol del cobre que fuera privilegiado en los mercados emergentes”, relata. En esa época representó a la empresa en la International Copper Association (ICA) y sus consejos regionales en Asia, Norteamérica, Latinoamérica y Europa. Además, tomó un activo rol en la International Molybdenum Association (IMOA), organización que presidió por dos períodos.

Al interior de ICA, hubo un trabajo focalizado en China para asegurar una demanda de cobre desde ese país, dice, un proceso sin duda exitoso y de lo cual dan cuenta las cifras: China es hoy, por lejos, el principal consumidor de cobre del mundo y las exportaciones del metal rojo desde Chile hacia el gigante asiático crecieron casi 300% entre 2005 y 2020, en términos de valor.

“En ese momento Codelco tenía un equipo dedicado al desarrollo de mercados. Lamentablemente lo perdió y eso genera una mirada más cortoplacista. Cuando uno deja la mirada de mercado de largo plazo, pierde una porción muy importante de las tendencias, del hacia dónde podemos ir según las oportunidades y desafíos que presentan los mercados”, sostiene Pérez.

Hitos en innovación

Víctor Pérez es socio de Voces Mineras A.G.

Hacia 2008-2009 formó parte del equipo que creó la primera filial de desarrollo de mercados de la industria minera: Codelco Lab, destinada a la generación de nuevas tecnologías en usos del cobre. Desde ella apoyaron emprendimientos que potenciaban las propiedades del cobre, periodo en que surgieron muchas iniciativas basadas en sus cualidades bactericidas, a través de distintas materialidades (polímeros, fibras textiles, nanotecnologías, etc.).

Llegaron a tener ocho emprendimientos de desarrollo de mercados, cuenta, pero no fue un proceso fácil: “La innovación en una empresa como Codelco, estatal y muy rígida, costó llevarla a cabo, porque se necesitaba una agilidad en decisiones estratégicas de alianzas, de inversiones, de incentivos al personal que estaba detrás de estos startups…”, dice. Entonces, idearon un mecanismo pionero que “liberara este desarrollo de un gobierno corporativo rígido, pero que cumpliera con el objetivo de impactar la demanda y potenciar el desarrollo tecnológico en usos del cobre”. Fue así como formaron el primer fondo de inversión de capital riesgo de la industria del cobre en el mundo, que se denominó Aurus Venture Capital III.

Dicho instrumento logró levantar más de US$70 millones, una cifra muy superior a la que invertía Codelco en este ámbito, destaca Pérez. Asimismo, resalta que lograron validar el modelo de emprendimiento en usos del cobre que incorporaba la cadena de valor productiva del cobre.

“Complementariamente, confirmamos tres hipótesis que eran inciertas cuando lanzamos el fondo: que éramos capaces de atraer inversiones globales a la región y a Chile particularmente, demostrándose que el país es un hub reconocido para escalar tecnologías mineras de alta impacto. Que teníamos potencial de desarrollar tecnologías locales capaces de escalar globalmente; evaluamos más de 500 tecnologías e invertimos en 12. Y que se podían lograr retornos a los inversionistas muy altos, acorde con los riesgos del mundo venture capital”, destaca.

De las ocho filiales creadas al interior de Codelco, colocaron tres en el portafolio de Aurus. Las tres siguen operativas y están creciendo. Una es Copptech, creadora de una tecnología antimicrobiana a base de micropartículas de cobre, que puede adherirse a diversos materiales; la segunda es Ultra Conductive Copper (UC3), empresa de nanotecnología cuyo objetivo es incrementar la eficacia conductiva del cobre; y la tercera es EcoSea Farming, que se encuentra probando sistemas de cultivo offshore en Japón y China, para una acuicultura sustentable.

Vínculo con la academia y el ITL

En 2013 Pérez asumió la Gerencia de Planificación Comercial y Desarrollo de Mercados de Codelco y, cuatro años más tarde, la Gerencia de Desarrollo Sustentable de Mercados. En 2019 salió de la estatal.

Actualmente es profesor de pregrado de Minería Sustentable de la Universidad Adolfo Ibáñez y es embajador de la ICA para Latinoamérica, desde donde está colaborando en el diseño del roadmap para la descarbonización de la industria del cobre, que abarque tanto a los procesos mineros como a los proveedores.

Además, asesora a la startup Kofiln, un spin-off de la Universidad de Concepción que busca el escalamiento de una tecnología para procesar concentrados de cobre utilizando hidrógeno verde, que genera cero residuos y recupera otros elementos de valor como molibdeno, sílice y hierro. “Aquí estamos hablando del quiebre tecnológico más significativo que podría realizar la minería chilena en décadas”, subraya.

También es consejero del consorcio ASDIT (Asociación para el Desarrollo del Instituto Técnológico), que participó en la licitación del Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL), cuya adjudicación al consorcio internacional Associated Universities Inc fue anulada por la Corte Suprema, tribunal que ordenó reasignarlo a la brevedad. “Transcurridos nueve meses desde la resolución de la Corte Suprema, esperamos que Corfo ejecute ese mandato. Tenemos una urgencia como país de sacar adelante este tema y poner a disposición del ecosistema minero, energético, tecnológico y regional antofagastino, una mirada de innovación descentralizada”, enfatiza el socio de Voces Mineras.

A su juicio, el ITL es uno de los instrumentos más importantes que se han creado en Chile relacionado con innovación y desarrollo de mercados. “Son más de US$200 millones y se podrían apalancar otros US$400 millones, o sea, inyectaríamos al desarrollo del hidrógeno verde, producción de litio sustentable y al almacenamiento energético más de US$ 600 millones potenciales para ser invertidos en la Región de Antofagasta”, remarca.

Minería verde sin vuelta atrás

Víctor Pérez es un convencido de que la minería actual está viviendo una transformación profunda. “La minería verde llegó para quedarse”, dice seguro. Esa certidumbre derivó en la creación de su empresa Minerales Andinos, a través de la cual ofrece consultoría en materias asociadas a minería sustentable, materia en la que trabaja junto a la Corporación Alta Ley en el desarrollo de distintas hojas de ruta para la minería, además de profundizar en temas de descarbonización en la industria del cobre.

“Mi último desafío, que está en pleno desarrollo, tiene que ver con la creación de un fondo de inversión de capital de riesgo para una minería que se haga cargo y logre reducir y valorizar sus emisiones y residuos, convocando a importantes actores del mundo minero y Corfo. Esperamos que vea la luz este año”, adelanta. El fondo se llama One Planet Zero Waste Fund.

“Tener una minería neutra en carbono, sin residuos ni emisiones es posible”, recalca. Y en esto visualiza una importante oportunidad para la mediana y pequeña minería. “En vez de tener un megaproyecto de billones de dólares, podemos tener 60 proyectos a menor escala con mucha vinculación con centros tecnológicos, universidades, el territorio y las comunidades, con mucho menor impacto, con mayor vinculación con proveedores locales y formación de capital local”, afirma.

Planta solar de la División Gabriela Mistral de Codelco.

-Eres un apasionado de la minería verde, sustentable. ¿A qué atribuyes que la minería no tenga tan buena imagen en la población?

-Por largos años la minería no abrió sus desafíos y los dejó debajo de la alfombra, los escondió o los quiso manejar internamente. Eso fue un gran error, porque al no exponer sus desafíos, no se logran las articulaciones para poder encontrar soluciones que vienen desde el mundo del emprendimiento y de la investigación. En cambio, cuando uno expone los desafíos de buena forma, se logran direccionar recursos humanos y financieros. Ahora la minería está cambiando esa lógica, pero se demoró. Eso impactó directamente en su licencia social de operación y su imagen.

Por otro lado, la minería generó modelos de inserción territorial que no eran muy vinculantes. La lógica de ir y venir, y básicamente ocupar una región minera como un lugar donde alojar, no es sustentable en el tiempo. Hay que generar ámbitos de creación de valor, que van más allá de una relación transaccional. Hay que generar conocimiento y ese conocimiento se da con el desarrollo de soluciones a desafíos concretos. La minería tampoco fue muy clara en entender que el modelo de gestión estaba cambiando y que hoy la sustentabilidad forma parte integral del modelo operacional y de gestión.

-Para quienes no conocen el concepto de minería verde, ¿cómo se lo explicarías? ¿Y esta una moda o más bien una transformación verdadera que está ocurriendo?

-Este es un concepto que se recoge desde Finlandia, donde el sector pasó de una minería extractiva a una minería del conocimiento hace décadas atrás. La minería verde es aquella que busca un muy bajo impacto ambiental, en consumo hídrico, en residuos y emisiones, busca permanentemente la eficiencia energética e incorpora un reconocimiento transparente de sus consumos y emisiones y, por lo tanto, de sus impactos. Apunta a una transformación de su base de stakeholders, convoca a sus proveedores, al ecosistema, para que los desafíos de este tránsito sean trabajados abiertamente y de manera colaborativa. Y eso genera un impacto positivo en los territorios y sus comunidades. Es decir, donde opero, ya no dejo solamente un relave o un rajo, sino que a través del conocimiento genero una transformación, para que, cuando deje de operar el yacimiento, la sociedad que fue mi vecina sea capaz de seguir desarrollándose más allá de la minería extractiva, vinculada a una minería del conocimiento, donde exportamos otro tipo de productos y servicios de altísimo valor agregado de forma permanente.

-¿En qué etapa de este tránsito se encuentra hoy la minería en Chile?

-Estamos en tránsito hacia allá. Hay un consenso transversal de hacia dónde ir, pero se requieren ajustes en todos los estamentos vinculados, sean estos políticos, sociales, empresariales o académicos. Y el mundo de la innovación juega un rol clave. La minería de los próximos 30 años va a ser completamente distinta, va a ser mucho más tecnologizada, mucho más precisa, completamente digital. Lo que me preocupa es que, si no nos involucramos de manera potente, vamos a dejar de ser los mineros que conocemos la mejor manera de hacer minería. Como se están dando las cosas, perfectamente un Google o Tesla, con inteligencia artificial, analítica de datos, podrían llegar a ser los mejores mineros del futuro, desplazándonos en este desafío de ser los que capitalizamos el conocimiento minero, después de siglos en la primera línea en la extracción de minerales esenciales para la humanidad.

Copper Mark

Pérez es también chairman del Comité Consultivo de The Copper Mark, que promueve un esquema de verificación y certificación de producción responsable, en el que participan agentes externos a la industria minera, como la Bolsa de Metales de Londres (LME), bancos, usuarios finales y ONGs. “Para certificarse y acreditar una producción minera responsable, toda la operación debe estar involucrada, desde la base hasta la cúspide de las organizaciones”, señala.

-¿Cómo ves que este programa se ha ido posicionando al interior de la industria y cuán reconocida es esta certificación por otros mercados?

-Que usuarios finales participen en el Copper Mark significa que el mundo de la electromovilidad y de las energías renovables está presente. Ellos piden cobre que se produzca de manera responsable bajo este esquema de producción trazable y verificable. Eso significa acceso a mercados y ser reconocidos en términos reputacionales.

Hoy más del 30% de la producción mundial de cobre está incorporada en este sistema. Está la mayor cantidad de productores que operan en Chile, y en Perú pasa lo mismo. También hay clientes o transformadores de cobre, y se han incorporado empresas de ingeniería que realizan proyectos. Además, estamos generando un ecosistema que trasciende al cobre, abarcando otros metales como el zinc, níquel y molibdeno.

-¿En qué posición comparativa queda una compañía sin Copper Mark respecto de otra que sí está en este esquema?

-Está en una posición desventajosa, porque la idea de presentar transparentemente la forma en que produzco el cobre ha pasado a ser un tema mandatorio, de acceso a recursos financieros y de demanda de usos finales de mercado. Quienes no participen en estas tendencias de verificación y certificación por terceros independientes, que buscan un mundo más sustentable para nuestras generaciones futuras, van a quedar sin acceso a los mercados que serán los más relevantes, y que se multiplicarán desde los 25 millones de toneladas de cobre de consumo anual actual a 50 millones toneladas al 2050.

-¿En qué condiciones está la mediana minería para acceder a este tipo de certificación, hay programas de apoyo para que puedan participar?

-Es clave incorporar a la pequeña y mediana minería en este proceso. Estamos trabajando junto con este sector, para desarrollar un programa de certificación adecuado a su medida. Sería más simple, pero igualmente riguroso y relevante. Como Copper Mark esperamos trabajar este año junto a Sonami para pilotear el primer esquema de certificación para la pequeña y mediana minería, y que eso sea creciente en el tiempo. Tengo muchas expectativas frente a este proyecto. Podemos ser referentes mundiales en este segmento de producción minera.

Litio

A juicio de Pérez, en la industria del litio debería imperar la tecnología de extracción directa del mineral.

-Respecto del litio, ¿cómo ves el riesgo de que Chile siga siendo desplazado en este mercado, en medio del boom actual?

-Todos reconocemos el valor que tienen los salares como patrimonio natural de nuestro país, al igual que los bosques nativos, y los glaciares, por ejemplo. La minería metálica y no metálica debe reconocer el cuidado a este patrimonio natural que tiene Chile. Primero que todo, hay que entender que, teniendo reservas muy relevantes, debemos mejorar la forma de producir este litio. Vamos por buen camino. Se están escalando tecnologías de extracción directa de litio y creo que esa es la tecnología que debiera imperar. No podemos llenar de piscinas el Salar de Atacama. Y los grandes operadores reconocieron esa debilidad que teníamos y están siendo mucho más proactivos y eficientes en hacerse cargo de este desafío. Pero también tenemos la oportunidad de multiplicar nuestra producción.

Tenemos que compatibilizar la producción verde de litio con la mayor escalabilidad que tiene no sólo en el Salar de Atacama, que es la joya de la corona, sino en la cantidad importante de salares que existen en nuestro país. El modelo argentino es interesante, de franco crecimiento, pero tengo expectativas en la Política Nacional del Litio que se va a anunciar. Tenemos el desafío de cómo compatibilizamos el interés del Estado con el interés privado, para hacer viables estos dos sectores alineados con producir más y de mejor manera.

-A tu juicio, ¿cómo debiera ser la fórmula?

-Creo que uno de los caminos es entregar más concesiones que permitan explotar de manera sustentable yacimientos de litio en salares, pero no solamente los tradicionales que tenemos en el altiplano, sino también en salares secos. También es relevante tener una cuantificación mineralógica mucho más profunda de los salares, tener más data del potencial que existe. En tercer lugar, necesitamos profundizar en el conocimiento científico que permita saber el estado de los balances hídricos de los salares. En cuarto lugar, se deben concretar acuerdos público-privados de manera ágil. Además, soy un convencido que debemos agregar más valor al litio. Y alrededor de todo esto tiene que estar la mirada de la minería verde, es decir, con alta vinculación territorial, alto conocimiento y formación de capital humano.

Participé activamente en la iniciativa liderada por la Corporación Alta Ley y que convocó al mundo público y al privado, y que permitió elaborar una hoja de ruta fundamental para la industria y el país en el desarrollo del litio. Esa es la fórmula que personalmente comparto y promuevo.

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