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Una mirada de mercado para la instalación de una capacidad de fundición y refinación en Chile

En el presente artículo de Víctor Pérez, el autor plantea que, si existieran los incentivos políticos, sociales y comerciales adecuados, las condiciones para invertir en el procesamiento de concentrados de cobre en Chile de la manera más eficiente del mundo se podrían concretar.

Fotografía: Fundición Ventanas, Codelco.

Por Víctor Pérez Vallejos, miembro de Cesco, socio de Voces Mineras A.G.

 

Introducción

Contar con una capacidad de fundición y refinación de última generación en Chile requiere, fundamentalmente, de asegurar su suministro y operar estas instalaciones a términos muy competitivos. Asimismo, el propósito fundamental de este documento es buscar incorporar en el análisis realizado hasta la fecha, la generación en Chile de esta capacidad de fusión y refinación analizando los incentivos comerciales detrás de ese suministro.

La propuesta es analizar de manera concreta las condiciones contractuales y las variables necesarias para estructurar un acuerdo entre los productores locales de concentrados de cobre y un operador experto internacional de los procesos de fundición y refinación. Todo bajo una estructura que asegure un suministro de material y una operación bajo altos estándares tecnológicos y socioambientales.

Un contrato comercial con los incentivos alineados para el suministro y la operación de un complejo de estas características es factible de estructurar tomando experiencias pasadas, modelos de gobernanza participativos, parámetros de negocios vinculados a los desafíos del mercado del cobre y un país que ostenta el liderazgo en la producción mundial de cobre.

Cabe preguntarnos entonces: ¿Es Chile capaz de atraer la tecnología más competitiva del mundo en términos de fundición y refinación de cobre para que se instale en el país bajo un esquema que permita a esta operación recibir el suministro de concentrados garantizados en el largo plazo a términos comerciales atractivos para ambas partes?

Todo indicaría que sí. De hecho, la oferta comercial de cobre proveniente de Chile, suministrada por producción estatal y privada, tiene la reputación de ser la más confiable en el mercado. Acercar geográficamente esas puntas (producción-consumo) no debiera desarticular esta hipótesis. Por lo tanto, las respuestas debieran converger en términos de qué condiciones habilitarían los incentivos para que operadores expertos internacionales en estos procesos quieran instalarse en Chile y, por otro lado, que los productores locales de concentrados de cobre quieran suministrar estos productos a esta nueva capacidad que potencialmente se instalaría en el país.

Chile sigue siendo un importante polo de atracción minera mundial, y lo seguirá siendo por muchos años más. Por lo que, bajo la hipótesis de integrar verticalmente en este país la producción de cobre metálico refinado debiera ser, para cualquier operador experto en procesos de fundición y refinación, un atractivo negocio a evaluar y participar. Esto implica que, si existieran los incentivos políticos, sociales y comerciales adecuados, las condiciones para invertir en el procesamiento de concentrados de cobre en Chile de la manera más eficiente del mundo se podrían concretar.

La mineralogía de los concentrados de cobre chileno es muy interesante y atractiva para el negocio de fundición y refinación, y que incluye otros elementos de valor que van más allá de los tradicionales elementos de cobre, oro y plata. Es así como en los modelos de negocios de fundiciones competitivas se incluye la recuperación de elementos como paladio, teluro, selenio, vanadio, entre otros. Sobre la base de que el negocio minero del cobre es distinto al negocio de fundir concentrados y refinar cátodos, se abren miradas de negocios distintas para cada una de estas especializaciones en la cadena de valor del cobre. Los denominados “custom smelters” (fundiciones no integradas con minas) han estructurado otro modelo, distinto al minero, pero muy valioso en lo económico, con el aprovechamiento de recuperación de cobre y de otros elementos mineros de valor.

El propósito de este documento es conocer los parámetros de este potencial contrato entre una inversión de miles de millones de dólares y el suministro de millones de toneladas de concentrados de cobre, como aporte al documento “Cobre refinado. Un buen negocio para Chile”.

¿Historia repetida? El caso de la Planta Recuperadora de Metales (PRM) en Mejillones

En 2014 la empresa coreana LS-Nikko se incorporó a la Planta Recuperadora de Metales, filial de Codelco.

 

Un buen punto de partida es analizar un caso semejante al que se pretende proponer estructurar. Este fue el ocurrido en la década pasada en el país, en donde se articuló un modelo que permitió atraer inversión y tecnología para integrarnos en un segmento de la cadena de valor donde no éramos eficientes, ni tampoco sustentables.

Los objetivos principales que perseguía Codelco para el negocio de los metales preciosos apuntaban, por una parte, a darle sustentabilidad al negocio de estos subproductos y, por la otra, encontrar un socio con una visión compartida del negocio de los metales preciosos[1], considerando que el core business de Codelco está centrado en la minería del cobre.

Fue en el año 2009, cuando el presidente ejecutivo de aquella época mandata a la Corporación a que se evalúe una alternativa para el manejo, tratamiento y comercialización de los metales preciosos contenidos en los barros anódicos, buscando la incorporación de un socio estratégico. La motivación del mandato apuntaba a asegurar la comercialización en el largo plazo de oro y plata producidos por Codelco tomando en cuenta el endurecimiento de las normativas ambientales y sus efectos en la comercialización de los barros anódicos[2]. Se sumaba a lo anterior, la reducción de las capacidades de procesamiento de barros anódicos a nivel global, la incertidumbre acerca de la continuidad productiva de la planta de metales nobles de Ventanas por temas ambientales (cerrada de manera definitiva el 2013) y la búsqueda de la optimización del valor económico para Codelco generado por la venta de metales preciosos en la forma de productos refinados.

Codelco buscó un socio operador experto, con larga trayectoria en el negocio de recuperación de metales, y experiencia comprobada en la producción de oro y plata, de modo de buscar incorporar al Joint Venture (JV) los mejores indicadores productivos y ambientales del mercado, que tuviera expectativas de rentabilidad de una compañía maquiladora/procesadora acorde con el mandato de operador que se le asignaría y estuviera dispuesto a comprometer recursos de manera creciente mientras se avanza en el proceso de reducción de incertidumbre durante las etapas estructuradas para adjudicar la operación de la planta. La apuesta de construir una planta recuperadora de metales preciosos en Chile, específicamente en Mejillones, de manera de permitir obtener productos líquidos comercialmente y sin restricciones a su transporte e ingreso a los mercados, se realizó bajo estándares de operación e impacto ambiental extremadamente exigentes.

La búsqueda del socio de PRM se condujo en un proceso de 3 etapas, cada una con hitos de decisión. Bajo este proceso, la primera etapa consistió en la recepción de propuestas, la generación de una lista corta y la firma del MoU con la empresa seleccionada. Esta fase analizó los principales riesgos de establecer una empresa extranjera en Chile, que en este caso fue la coreana LSNikko. Codelco puso a disposición recursos propios y externos para que la empresa seleccionada conociera la realidad en la que se estaba instalando: legislación laboral, medioambiental, proveedores, comunidades, entre otras. Por otro lado, se realizó un trabajo con las autoridades y comunidades de Mejillones para su mejor posicionamiento e inserción en el medio local, traducido en compromisos en la RCA.

La segunda etapa consistió en estudios de pre-factibilidad y factibilidad en donde se entregaron una oferta preliminar y una oferta final. Al término de la segunda etapa, se generó una oferta vinculante acotada en un rango de varianza máxima respecto de la preliminar. Estas variables consideraban la tarifa y otros cargos, además de fórmulas económicas.

La tercera etapa consistió en la fase de desarrollo de ingeniería de detalles, construcción y operación. Al final de la pre-factibilidad se generó una oferta preliminar de contrato. Codelco tuvo el derecho de rechazarla y terminar el proceso, sin limitar su involucramiento futuro en proyectos de la misma naturaleza. Finalmente, el contrato de maquila de barros anódicos fue concretado por un período de 20 años.

Durante el proceso de búsqueda de socio se realizaron presentaciones periódicas al presidente ejecutivo y Directorio, manteniéndolos informados de cada uno de los pasos y obteniendo aprobaciones secuenciales relacionadas con el proceso. La selección y recomendación al presidente ejecutivo y Directorio fue realizada por un Comité Corporativo compuesto por ejecutivos comerciales, operacionales y técnicos.

Las principales conclusiones del caso del negocio de PRM es que cumplió con los objetivos requeridos de incorporar un socio estratégico experto en la recuperación de metales preciosos, generando valor para Codelco, de acuerdo con la definición inicial de aportar mínimos recursos monetarios y con un razonable nivel de control societario. Desde el momento en que el presidente ejecutivo de la Corporación otorga el mandato para estudios y la fecha de puesta en marcha de la planta PRM (2016), transcurrieron cerca de 7 años.

El caso del Joint Venture entre Codelco y LSNikko para desarrollar la Planta Recuperadora de Metales (PRM) en Mejillones es un modelo que ciertamente permite evaluar desde una perspectiva de mercado la posibilidad que tiene el país de atraer inversión, tecnología de punta y un operador experto para el desarrollo futuro de una fundición y refinería.

Similitudes del modelo de PRM con la estructuración de una capacidad de fundición en Chile

Planta de Ventanas, Codelco.

 

Las similitudes que motivaron y que permitieron la implementación del modelo de PRM en Chile con las que justificarían un complejo de fundición y refinación en el país, son muy semejantes y se presentan a continuación:

  • Tal cual como en PRM, donde Codelco no quiso llevarse el peso completo de invertir en una planta de metales nobles, hoy resulta evidente que, para todos los operadores mineros en Chile, las motivaciones de invertir en una fundición y refinería no figuran entre sus prioridades. Un dólar invertido en minería rinde más que un dólar invertido en fundición, es el argumento. Un contra argumento podría señalar que dependerá de las tasas de descuento por riesgo que se quiera aplicar a cada negocio. Lo concreto es que esta posición además descartaría la posibilidad del JV que hizo Codelco hace años con LSNikko. Sin embargo, un suministro bien respaldado de concentrados de cobre mitigaría la necesidad de incorporar productores en la propiedad de una entidad legal dueña de una futura fundición.
  • Aparece otra dimensión que ha sido analizada tangencialmente por los operadores mineros. Tal como hace años el endurecimiento de las normativas ambientales y sus efectos en la comercialización de los barros anódicos fue un factor clave para el desarrollo de PRM, hoy los concentrados de cobre enfrentan presiones regulatorias importantes y crecientes. Algunos de los temas relacionados con acceso de mercado de los concentrados de cobre tienen que ver, por un lado, con la presunta corrosividad que causan en las naves a granel donde se transportan. En esa línea, la clasificación de peligro de sustancias, en donde Chile adquirió hace varios años el compromiso ante las Naciones Unidas y la OECD de implementar el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (conocido como GHS), implicó que el año 2019 el proyecto de reglamento respectivo ingresara para su revisión por la Contraloría, y se espera que entre en vigencia en los próximos 3-4 años, situación que podría impactar la actual clasificación de algunos de nuestros concentrados. Además, las calcinas de cobre (concentrados tostados) no se encuentran registradas en el Sistema de Registro y Autorización de Sustancias Químicas (REACH, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea. Esto implica que las calcinas NO pueden exportarse ni acceder al mercado europeo. La extensión del proceso REACH a otras zonas geográficas consumidoras de concentrados de cobre del mundo es cosa de tiempo, siendo Corea, Japón y China los mercados con mayor avance en su adopción futura.
  • Tal como hace años atrás la PLAMEN de Ventanas tuvo que cerrarse por temas ambientales, es muy probable que las fundiciones de cobre corran esa misma suerte si no mejoran sus niveles de captura de SO2 a niveles internacionales por sobre el 99%. Complementariamente, las restricciones para emisiones de As debieran correr la misma suerte. El estándar de emisión en Europa para la clase I (As) aplica un nivel máximo de 0,05 mg/m3, mismo nivel aplicado como estándar de emisión en Canadá para el As. El estándar de medición en Japón en la escoria a menos de 0,01g/t. es incluso más restrictivo que Europa. Las actuales operaciones de fundición en Chile están lejos de estos niveles normativos internacionales y, para lograr llegar a estos umbrales, hay un consenso técnico que no va a ser posible realizarlo con la actual capacidad instalada de fundiciones en el país.
  • Al igual como ocurrió hace años con la reducción de las alternativas externas de procesamiento de los barros anódicos; hoy bajo una perspectiva estratégica de negocios, resulta evidente que China ha acumulado un poder de mercado (cartel) muy significativo y que se reflejará en los términos comerciales a los cuales se tranzarán los concentrados en algún momento futuro.

Contrato de suministro como una garantía para atraer inversión y operación de fundiciones en Chile

Generar un mandato del Estado con las empresas mineras que permita evaluar y comprometer una alternativa para el manejo, tratamiento y comercialización de concentrados y cátodos de cobre bajo una estructura contractual que apunte a concretar la inversión de una fundición y refinería, además del suministro de largo plazo, es fundamental para cumplir con una visión país de integración en la cadena de valor del cobre.

Bajo esa lógica, resulta clave transparentar la visión que asumen las mineras al momento de invertir en proyectos mineros en términos de los descuentos aplicables al valor del cobre por conceptos de cargos de tratamiento y refinación de concentrados, penalidades por impurezas como el arsénico, pagables por otros elementos de valor como el oro y la plata y proyecciones de costos logísticos. En definitiva, conocer las orientaciones comerciales de largo plazo a los cuales sus inversionistas otorgan las aprobaciones que permiten el desarrollo de un proyecto minero, y que permitirían la búsqueda por encontrar el punto de equilibrio (o bien un rango o zona de equilibrio) entre la oferta por suministrar concentrados y la demanda por procesar concentrados. Para realizar esta tarea, resulta clave conocer en detalle la estructura de un contrato comercial de concentrados de cobre.

Contrato de concentrados de cobre   

Un contrato de compra-venta de concentrados de cobre trata de simular una maquila de conversión entre el concentrado y el cátodo de cobre que realiza una fundición (Treatment Charge o TC) y una refinería (Refining Charge o RC). Los concentrados son productos mucho menos líquidos que los cátodos y en general se observa que el mercado de los concentrados es un mercado optimizador de capacidades instaladas.

El precio al cual se negocian los concentrados se determina en función del costo de transformarlo en cátodo. En general junto con el cobre (Cu) se valorizan otros elementos como la plata (Ag), el oro (Au), y se penalizan los contenidos de impurezas como el arsénico (As), bismuto (Bi), entre otros.

El hecho es que este contrato trata de simular que la capacidad de fundición y refinación fuese propia del minero y donde se consideren los pagos por descuentos por tratamiento (TC) y refinación (RC). La simulación de un contrato de maquila busca traspasar los riesgos de esta transformación a un contrato en donde la empresa minera aparece como la solicitante del servicio de maquila para llevar los concentrados a cátodos, pasando por la etapa de producto intermedio blíster-ánodo una vez ocurrida la etapa de fusión.

Parámetros contractuales compra-venta de concentrados

Normalmente los parámetros que se negocian en un contrato consideran el riesgo de variación de la base de precio del Cu, Au, Ag, el riesgo pérdidas metalúrgicas de elementos de valor y el riesgo de contenidos en los análisis de elementos (Cu, Ag, Au), el riesgo financiero, el riesgo de tiempo de demora en el transporte y procesamiento de los concentrados, además del riesgo de tratamiento de impurezas como As, Bi, además de Sb, F, Cl, niveles mínimos-máximos de humedad, entre otros elementos.

Preciación del Cobre

Para la preciación del cobre (principal elemento pagable) en la negociación de los contratos de concentrados asume el tiempo que demora su transformación en productos líquidos. Se calcula un mes y fracción de transporte del concentrado al destino de la fundición, otro mes de proceso en fundición, cerca de un mes de proceso en refinación, además un mes de ingreso al mercado como cátodo o alambrón, que es el principal segmento de uso del cobre en su cadena de valor. Esa referencia de tiempo de prácticamente cuatro meses se incluye contractualmente como el período de cotización para el cobre en base al promedio de cotizaciones de la Bolsa de Metales de Londres (LME), aplicándose el promedio de las cotizaciones del LME del cuarto mes siguiente del mes de embarque, por lo que en el contrato se utiliza la nomenclatura M+4, siendo M el mes correspondiente al embarque.

Cobre, Oro y Plata pagables basados en las pérdidas metalúrgicas

Los contratos de comercialización de concentrados asumen que existen pérdidas metalúrgicas en el procesamiento de los elementos de valor contenidos. Específicamente, para el cobre normalmente se paga el 96,6% de su contenido en los concentrados. La plata recibe un pagable generalmente de 90% si el contenido de plata es mayor a 30 gramos, o bien, se paga el 100% con deducción fija de 30 gramos. Para el caso del oro, se paga el 90% si el contenido de oro es mayor a 1 gramo, pagándose alternativamente el 100% de su valor contenido con una deducción fija de 1 gramo.

Penalizaciones por el tratamiento de impurezas

Prácticamente todos los contratos comerciales de concentrados consideran descuentos por contenidos de impurezas que superan ciertos límites, expresados por porcentajes o por partes por millón. Por mucho, el elemento más penalizado de los concentrados de cobre nacionales es el arsénico, siendo una de las impurezas que más abundan hoy y de las más restrictivas en términos de acceder a distintos mercados. El principal país es China, mercado que impone, salvo puntuales excepciones, límites al ingreso de concentrados de cobre con contenidos superiores a 0,5% de contenido de As por tonelada. Los descuentos comienzan con penalidades crecientes a partir de contenidos que van desde 0,2% generalmente. Otros elementos como antimonio, bismuto, plomo, cloro, entre otros, reciben penalidades según ciertos límites, aunque su ocurrencia es menor y su impacto de manera agregada es acotada para los concentrados de origen chileno.

¿Cuál son las variables que afectan el costo del arsénico en términos de penalidades en el mercado?

La oferta de arsénico contenido en los concentrados y la capacidad de procesamiento de las fundiciones condiciona el valor de mercado del As en términos de penalidades. En el caso de la oferta, varía dependiendo fundamentalmente de aspectos mineralógicos de nuestros yacimientos, pero hay casos extremos. La División Ministro Hales (DMH) de Codelco es uno de estos casos. Registra rangos de contenido de As que van desde 2%, hasta un 5% por tonelada métrica seca (TMS) de concentrados, estimándose que ha promediado niveles levemente por debajo del 3% en casi 6 años de operación. Para solucionar este problema, DMH fue diseñada con un tostador que permitiera disminuir la concentración de As en su producto comercial, denominado calcinas, que es un concentrado de cobre tostado con contenidos de As bajo el 0,3% en promedio.

Complejo de tostación de División Ministro Hales, Codelco.

Operar el tostador de DMH para tratar arsénico tiene un costo, independiente del contenido de arsénico, cercano a los 20-25 usc/lb aproximadamente. Considerando su capacidad de diseño (550.000 TMS @ 5% As), la capacidad del tostador de reducir el nivel de As y producir calcinas equivalen a un procesamiento potencial de 27.500 toneladas de As al año, siendo la operación de mayor envergadura de este tipo en el mundo. Además, el tostador de DMH ha fijado un benchmark en el mercado para el tratamiento de altos contenidos y volúmenes de arsénico. Distintas modelaciones apuntan a que el valor del uso del tostador bajo 1,5% de As no sería rentable y que para esos tipos de concentrados, convendría un tratamiento vía mezclas.

Las fundiciones de cobre tienen una acotada capacidad de recepción de As por restricciones tecnológicas y regulatorias. En esa línea, las penalidades de mercado del As en los concentrados de cobre varían. Un elemento clave, por su envergadura, es que el tostador de DMH mantenga su continuidad operacional. Y Chile tiene un riego sistémico asociado con el funcionamiento del tostador de DMH. Su detención por periodos prolongados implicaría una alta sobreoferta de As contenido en los concentrados de cobre, generando un importante desbalance de As a nivel mundial, castigando aún más, y de manera exponencial, las penalidades de este elemento en los contratos. Este evento se vio reflejado en la tardía puesta en marcha que tuvo el tostador de DMH el año 2016 y que obligó a Codelco a utilizar distintas contrapartes para realizar mezclas de concentrados de manera de llegar a contenidos que permitieran su comercialización.

Un antecedente, relacionado con el punto anterior, tiene que ver con la cantidad de otros concentrados “limpios” requeridos para realizar mezclas que posibiliten lograr % de As por debajo del límite máximo de 0,5% que permite acceder a China, principal mercado consumidor de concentrados con cerca de 8,6 millones de toneladas métricas finas (TMF/año) de tratamiento de cobre. Mezclar el As de un lote comercial de concentrados (10.000 TMS) con contenidos de As de 3%, requeriría de un manejo significativo en términos de concentrados y logística que hoy Chile no cuenta y que cualquier nueva fundición debe considerar en términos de infraestructura y optimización de su modelo de negocios. En esa misma línea, para diluir contenidos de As de 3% se requerirían a los menos de 6 lotes de concentrados ‘limpios’ con contenidos bajo 0,1%. La mezcla del As requiere una estructura de trading (compra-venta) significativa de concentrados de cobre, además de la infraestructura logística y de almacenamiento para desarrollar esta tarea.

¿Cuál es el costo del arsénico en términos de penalidades en el mercado?

Aunque en períodos de sobreoferta de As contenido en concentrados de cobre, las penalidades aumentan exponencialmente en función del contenido de As, para un análisis contractual es relevante considerar los períodos de relativo equilibrio de As en el mercado, como ocurre en la actualidad. Las penalidades del As en los contratos de concentrados de cobre se pueden expresar de acuerdo con tablas de penalidades que se han ido alineando, utilizando una penalización prácticamente estándar por todos los productores de cobre nacionales y que podrían considerarse e incorporarse como parámetros contractuales en un acuerdo futuro, considerando que Chile requiere mitigar su riesgo en términos de As[3].

Bajo estos parámetros contractuales, los descuentos referenciales aplicables por concepto de contenido de As a un lote comercial (10.000 TMS) de concentrados es de: US$75.000 para un lote con 0,5% de As; US$325.000 para un lote con 1% de As; US$675.000 para un lote de 1,5% de As; y US$1.275.000 para un lote con 2% de As. Esta última penalidad representa un descuento muy significativo y da cuenta del castigo que reciben los concentrados con altos contenidos de As. Por ejemplo, para un lote de 10.000 TMS con un TC de 80 US$/DMT y con un RC de 8 USc/lb, el monto de descuento por los costos de tratamiento y refinación sumarían cerca de US$1.300.000. Bajo estos mismos parámetros, un concentrado complejo (2% de As) tiene descuentos totales en el mercado que son prácticamente el doble (US$2.575.000) a los descuentos que recibe un concentrado limpio (US$1.275.000).

Una fundición alimentada por concentrados limpios y complejos, mezclados en la proporción adecuada según sus capacidades tecnológicas de tratamiento, forman hoy parte de los modelos de negocios de cualquier fundición moderna.

Otros factores por considerar en un modelo de negocios de fundición y refinería

Existen otros elementos importantes de tomar en cuenta en el modelo de negocios de una fundición y refinería. Como fundamento de análisis, el mercado de concentrados debe estar estructuralmente en déficit, en otras palabras, no pueden sobrar los concentrados, ni faltar capacidad para su tratamiento. Los TCs y RCs son términos volátiles en el tiempo que valorizan la capacidad de tratar y refinar en función de la oferta y demanda de concentrados. En los últimos 20 años los términos combinados de TC/RC para contratos regulares anuales han variado desde cerca de 10 c/lb hasta cerca de 29 c/lb. El mercado spot ha presentado una volatilidad aún mayor, llegando a extremos de 0 c/lb y 44 c/lb en el mismo período de tiempo.

Un contrato de suministro que acote esta volatilidad y sitúe los TCs /RCS en niveles atractivos para una fundición y las mineras, es perfectamente factible de configurar bajo una mirada estratégica y de largo plazo. En este sentido, un contrato que permita comercializar concentrados a precios de mercado (benchmark) dentro de un rango que fije un piso para momentos de déficit y un techo (Cap) para momentos de sobreoferta de concentrados, permitiría generar un alineamiento de incentivos para invertir-operar una fundición acorde con la rentabilidad exigida a este tipo de negocios y suministrar concentrados en el largo plazo a esa capacidad que se instalaría en el país.

Como complemento a lo señalado anteriormente, otro elemento relevante de considerar es la capacidad de utilización de esta fundición. Para el caso de una fundición en Chile bien abastecida, se podría asumir un nivel de utilización cercano al 88%.

Finalmente, otro elemento relevante para proyectar tiene relación con uno de los costos más importantes de operar en un complejo de fundición y refinación en el país, y que es el costo energético. La abundancia de energía renovable y a precios competitivos que se proyectan para el país, y la demanda urgente de la industria minera de hacer un cambio radical para incorporar la sustentabilidad como eje de su desarrollo productivo, que la conmina, entre otras cosas, a disminuir el uso de combustibles fósiles, será una oportunidad adicional para cualquier operador que quiera instalar una fundición en Chile.

Pronosticar que Chile será un país muy competitivo en términos de costo energético (país exportador), uno de los principales costos de operación de una fundición y refinería, debe incorporarse como parte del análisis y fortalezas en el proceso de generar una capacidad de fundición y refinación de última generación para Chile.[4]

Conclusiones

La pirometalurgia es un conocimiento que Chile debiera resguardar al ser muy atractivo de profundizar y compartir como ciencia ligada a la minería, el emprendimiento, la investigación y desarrollo tecnológico. Alquimia pura. Un proyecto que permita fundir y refinar concentrados de cobre a partir de tecnologías de última generación, rentables y sustentables, vinculadas a un proyecto participativo, debiera convocar a muchos actores, incluidas localidades del norte chileno. Imaginamos a Taltal, Mejillones, Tocopilla, María Elena y Sierra Gorda, a lo menos, participando en procesos de consulta pública para conocer, opinar y potencialmente apoyar y contribuir en conjunto a la co-creación de la nueva industria fundidora y refinadora de Chile.

Todo lo anterior, alineado con conceptos como la economía circular para el tratamiento y recuperación de elementos de valor de gases y escorias, entre otras fuentes, la incorporación plena de energías renovables, incluyendo el desarrollo del hidrógeno verde, el almacenamiento energético y el estudio de la mineralogía profunda de nuestros yacimientos. Con el fomento de un conocimiento sustentable que, a partir de la educación básica, pasando por liceos técnicos, centros tecnológicos, universidades y empresas, permitirá potenciar una serie de oportunidades vinculadas con el desarrollo sostenible para las regiones del país y los requerimientos del mercado relacionados con la minería verde.

Todo indica que una vez conseguido el apoyo social y político para invitar a potenciales inversionistas-operadores de una fundición de última generación, el Estado y las compañías mineras debieran acordar los términos y condiciones para estructurar un mandato que permita generar un proceso competitivo para el desarrollo de una alternativa para el manejo, tratamiento y comercialización de concentrados de cobre.

La generación de un contrato de compra y/o maquila que permita invertir y operar un complejo de fundición y refinación para concretar el objetivo de contar en Chile con una fundición competitiva, sostenible, baja en emisiones de huella de carbono y transformadora de conocimiento y emprendimiento para el país, es una alternativa factible de ser implementada en los próximos 8 a 10 años, acorde con las nuevas tendencias regulatorias que regirán a nuestras fundiciones, el transporte y manejo de nuestros concentrados en el futuro. Articular desde ahora a los actores anteriormente señalados resulta clave para lograr concretar este objetivo en los plazos indicados.

Chile tiene todas las condiciones para estructurar y concretar un proceso sostenible, transparente y competitivo para atraer a los principales operadores mundiales de fundición y refinación de cobre a invertir con una visión alineada con su entorno y el largo plazo. Con rentabilidades acordes con el negocio del manejo, tratamiento y comercialización de concentrados y cátodos de cobre, radicado en el país. Un desafío tremendo, pero muy factible de lograr entre todas y todos.

 

 

 

[1] Las ventas anuales de oro y plata de Codelco, compuestas aproximadamente por 5 toneladas de oro y 500 toneladas de plata, han promediado cerca de 400 millones de dólares por año a lo largo del tiempo. La comercialización estuvo compuesta de metal dore en Codelco Norte hasta el año 1996, como lingotes de oro y plata generados en División Ventanas hasta 2011 y en formato de barros anódicos (generados en la refinación de los cátodos de cobre) hasta el año 2016, fecha en donde se puso en marcha la operación de PRM, planta que ha sido operada por LSNikko desde ese momento hasta la fecha.

[2] Los barros anódicos eran el producto de Codelco con peor clasificación de peligro según el Sistema Armonizado de Clasificación de la ONU.

[3] Si el Contenido de As es mayor a 0,2% hasta 0,5%: US$ 2,5 / DMT por cada 0,1% sobre 0,2% hasta 0,5%

Si el contenido de As es mayor a 0,5% hasta 1%: US$ 5,0 / DMT por cada 0,1% sobre 0,5% hasta 1%

Si el contenido de As es mayor a 1%: US$ 7,0 / DMT por cada 0,1% sobre 1%

Si el contenido de As es mayor a 1,5%: US$ 12,0 / DMT por cada 0,1% sobre 1,5% hasta 2%

Concentrados sobre 2% de As se negocian caso a caso, pero fácilmente se podrían asumir penalidades de US$ 15,0 / DMT por cada 0,1% sobre 2%.

[4] Según estimaciones de la Asociación para el desarrollo del Instituto de Tecnologías Limpias (ASDIT), los contratos de suministro eléctrico-fotovoltaico al 2030 debieran estar por debajo de los 20 US$/MW/hora. Además, la producción de hidrógeno verde, a partir de las condiciones excepcionales de radiación solar de nuestro norte, podría ocurrir a costos por debajo de los 2 US$/kg.

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