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Nueva capacidad de fundición para Chile: autoridades, ejecutivos y analistas entran al debate

Los temas críticos, pasos clave y factores de éxito de un nuevo complejo Fure en Chile fueron analizados en un seminario organizado por Cesco, que contó con la colaboración de Voces Mineras.

Fotografía: Propiedad de El Teniente, Codelco.

 

Con el objetivo de analizar la factibilidad técnica, ambiental y económica de una nueva fundición en el país –de alto nivel tecnológico-, el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) realizó el seminario “Nueva capacidad de fundición para Chile”, encuentro que contó con la colaboración de Voces Mineras A.G. y que fue seguido en modalidad online por más de 300 personas. En la actividad participaron el subsecretario de Minería, Iván Cheuquelaf; el director de Cesco Iván Valenzuela; la gerente general de Altonorte, Beatrice Pierre; los consultores de CRU Erik Heimlich y Ben Jones; y los senadores Juan Pablo Letelier y Alejandro García Huidobro.

El subsecretario hizo ver que una definición en relación con las fundiciones en Chile tiene mucha relación con la Política Nacional Minera 2050 que se está elaborando, en particular el eje de Minería Verde, por lo que destacó el seminario como un aporte valioso para la PNM 2050. La autoridad sostuvo que en los últimos 30 años ha habido un declive de la refinación en Chile, llegando a representar menos del 40% de la producción de cobre en el país, “y todo parece indicar que esta tendencia se irá intensificando en el tiempo, principalmente debido al agotamiento de minerales oxidados”. Ante ello, planteó: “¿Qué es más conveniente para Chile, desde una perspectiva estratégica, exportar más concentrado o más cobre refinado en el futuro? Este es el tipo de preguntas que se debe hacer al diseñar una política pública, sobre todo con miras a una minería sostenible”.

Subsecretario de Minería, Iván Cheuquelaf.

 

Estudio y propuesta

Iván Valenzuela se encargó de presentar el estudio de Cesco en esta materia, en el cual colaboraron algunos socios de Voces Mineras, entre ellos, Jürgen Leibbrandt, Víctor Pérez y Alexander Leibbrandt. En la instancia, Valenzuela destacó la necesidad de contar con una nueva fundición en Chile, y señaló que la propuesta apunta a avanzar en la agregación de valor al concentrado de cobre.

“De seguir la tendencia actual, en los próximos 15 años llegaríamos a más del 80% de participación de concentrados en nuestra producción de cobre”, manifestó el director de Cesco, puntualizando que pretender hacer más de lo mismo para obtener las tasas de crecimiento de producción de cobre del pasado, es utópico. “Hay que pensar distinto. El gran desafío es cómo generar más valor por cada unidad de cobre producido”, dijo.

Si bien reconoció que, en promedio, las fundiciones chilenas han tenido alzas de costos superiores al mercado en las últimas tres décadas, hay dos grupos diferentes: uno con costos más altos (las integradas a los procesos aguas arriba) y otro con costos menores (las que procesan concentrados externos o “custom smelters”), lo cual indica que el tema no es genético chileno, sino que tiene que ver con capacidad de gestión.

En ese contexto, presentó la hipótesis del grupo de trabajo: “Una nueva fundición y refinería de cobre es posible y necesaria”. Y aseguró que, aunque muchos asumen que el negocio no es atractivo, después del análisis han podido concluir que invertir en una fundición puede ser rentable y ser una palanca clave para una minería sostenible en el futuro.

Iván Valenzuela, director de Cesco.

 

¿Cuál es la fundición que se propone? Se definió una fundición estándar para analizar la viabilidad económica: con una capacidad de fusión de 1,5 millón de toneladas de concentrados, una inversión aproximada de US$1.500 millones, costos de fundición y refinería menores a 17 centavos de dólar por libra, y una tasa interna de retorno superior al 13%.

Según Valenzuela, esta inversión significaría diversos beneficios:

-Aporte ambiental: gracias a la captura de SO2 y emisiones en torno al 99%, con un ahorro importante (71%) en emisiones de gases efecto invernadero, asociado al menor transporte. A ello se suma la posibilidad de una matriz energética más limpia, con un impacto significativo en descarbonización.

-Aporte tecnológico: que se traduce en empleos calificados, tratamiento de concentrados complejos, pagando menos penalidades por procesarlos en el país, y recuperación de subproductos. También permite la innovación en metalurgia y desarrollo de nuevos materiales, así como avanzar en minería circular para desechos.

-Aporte en reputación: posibilita mejorar la imagen de la minería, factor crítico para obtener la licencia social para operar.

-Aporte estratégico: “Hay que evitar que Chile sea empujado a un punto de no retorno en la cadena de valor”, señaló Valenzuela.

A su juicio, es clave avanzar a un concepto de “custom smelter”, es decir, fundiciones no integradas, que tienen una visión de negocios distinta al de aquellas incorporadas a la mina y concentradora, con gestiones comerciales diferentes, más sofisticadas y complejas, y que incluyan el tratamiento de subproductos, chatarra, reciclaje, etc.

Los temas críticos, dijo, son principalmente dos: abastecimiento de concentrados y permisos ambientales. “En la medida que esto se coordine, habrá interesados y operadores de excelencia internacional. Supone además un involucramiento temprano de las comunidades, de manera que los permisos sean aprobados en las instancias correspondientes en plazos razonables”.

De acuerdo con la propuesta, una nueva fundición y refinería debería estar operativa hacia 2027, estimándose que a esa fecha habría nueva regulación ambiental, más exigente, que muy probablemente obligaría a algunas de las fundiciones actuales a cerrar. Para concretar esta aspiración, Valenzuela definió los siguientes pasos futuros:

  • La autoridad política debe tomar e impulsar una decisión sobre esta materia.
  • Una nueva Fure debe ser manejada por una nueva empresa de excelencia mundial.
  • El Estado debe garantizar un apropiado comportamiento ambiental, la licencia para operar y el abastecimiento de concentrado, además de promover la inversión privada.

El análisis de CRU

Erik Heimlich y Ben Jones, de CRU.

 

Los consultores de CRU, Ben Jones y Erik Heimlich, destacaron que Chile procesa solamente un 25% del concentrado de cobre producido en el país y que el resto se exporta, pero que expandir la capacidad de fusión y refinación enfrentaría un escenario de mercado desafiante, por lo que observaron que es una decisión difícil de tomar y que requiere un caso de negocio lo suficientemente robusto, que tome en consideración las implicancias para la economía chilena.

“Es importante ver cómo se distribuye el valor económico. Sabemos que casi el 90% de la cadena de valor del cobre se centra aguas arriba”, advirtieron.

En ese marco, Heimlich hizo ver que estamos en un contexto difícil para las fundiciones en el mundo, por la situación de sobrecapacidad que se generó después de varios años de aumento de la capacidad de fusión y refinación en China, que concentra más del 80% del volumen adicional. “No tenemos concentrado suficiente para cumplir con el mercado chino de fundición. No sabemos si esto se va a mantener en forma permanente, pero hoy la situación para las fundiciones es compleja. Hay algunas que se están cerrando, otras que están enfrentando cuadros de stress financiero importante”, indicó.

Respecto de Chile, sostuvo que es un país privilegiado, que cuenta con una amplitud de recursos de calidad muy accesibles y una industria minera muy desarrollada. Sin embargo, la industria de fundición y refinería es distinta, sus márgenes son menores que en la minería extractiva.

En ese sentido, planteó que para que un proyecto de fundición sea exitoso, la escala es fundamental. “Las fundiciones más pequeñas están luchando, tienen problemas de tecnologías”. A ello agregó: el dimensionamiento; la cercanía a las faenas mineras; la capacidad de procesar concentrados complejos para tener mayores ingresos; la eficiencia en la operación, teniendo en cuenta que los principales costos están en la mano de obra y la energía; y la incorporación de tecnología (importada o propia).

Para Ben Jones, en un país como Chile, donde la industria del cobre tiene una importancia clave, no puede dejarse de lado que existe un contexto económico-estratégico para este tipo de decisiones, que requiere habilitadores, industrialización y apoyo de la cadena de suministro. Además, hay que considerar la agenda legislativa.

En su opinión, la contención de las emisiones de carbono va a impulsar una mayor demanda de productos verdes pero certificados. Y Chile podría beneficiarse de esa tendencia gracia al ahorro de flete y capturar los cambios de la matriz aguas arriba, donde la minería chilena está transformando su huella de carbono.

“La clave es construir un caso de negocio que considere todos aquellos cambios en el costo y la demanda, en el acceso al mercado, que podrían evolucionar según las preferencias de los inversionistas y los consumidores. Eso podría abrir las puertas a la viabilidad de mayor capacidad de fundición en Chile. El pasado no necesariamente es una pauta para el futuro, pero puede haber cambios estructurales muy importantes que considerar”, afirmó.

De acuerdo a los analistas de CRU, los factores claves de éxito de un nuevo complejo Fure son:

  • Una adecuada escala de capacidad de fusión, superior a un millón de toneladas de concentrado por año.
  • Un abastecimiento de concentrado seguro y de largo plazo.
  • Acceso a financiamiento a un costo de capital competitivo.
  • Costo de energía competitivo.
  • Productividad y costo laboral también competitivos.

Desde el Senado

Los senadores Juan Pablo Letelier y Alejandro García Huidobro participaron en el panel de cierre, junto a Iván Valenzuela y la moderación de Alejandra Wood.

 

En el panel de conversación los senadores Alejandro García Huidobro y Juan Pablo Letelier coincidieron en la necesidad de retomar la definición de una estrategia para las fundiciones en Chile.

“Este es un tema que ha estado bastante postergado, frente al cual tenemos que tomar decisiones”, aseveró el senador García Huidobro, advirtiendo que si el país no desarrolla una fundición y refinería de alto nivel tecnológico y bajo costo, estará en riesgo el futuro de una minería verde. Calificó como fundamental un trabajo mancomunado con las autoridades ambientales para una coordinación oportuna en el cumplimiento de las normas. El parlamentario planteará reactivar la Comisión Fure del Senado.

El senador Letelier destacó las ventajas que tiene Chile para una producción más verde y lamentó que la imagen de la industria esté asociada a una que contamina. “En la gran mayoría de la población en Chile y el mundo se desconoce que hay una forma de producción sin impactos ambientales adversos, que al contrario, hoy más que nunca y en Chile más que en cualquier otro lado, existe la posibilidad de fundir y refinar cobre con el menor impacto de emisiones de CO2 del planeta”, expresó.

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