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Minería Sustentable: La apuesta de Teck por el uso de agua de mar a gran escala

A medida que avanza en su proyecto QB2, la compañía inició la construcción de una planta desalinizadora, con lo que evitará usar agua dulce en el procesamiento del mineral.

A fines de marzo Teck informó que su proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) produjo su primer concentrado de cobre primario (bulk concentrate), hito que se dio a medida que el proyecto avanza en su comisionamiento y puesta en marcha, para aumentar su producción total en el transcurso del presente año.

El proyecto tiene una vida útil inicial de 27 años, considerando sólo el 18% aproximado del volumen de reservas y recursos de 2022, con un importante potencial de crecimiento futuro. El objetivo de la operación es alcanzar una producción anual de cobre de entre 285.000 y 315.000 toneladas en 2024-2026.

Entre las prácticas de minería sustentable que incorpora QB2, destaca el uso a gran escala de agua de mar desalinizada, en una zona –la Región de Tarapacá– que es una de las más secas del mundo, donde la escasez de agua es un creciente desafío.

Teniendo ese objetivo en vista, a medida que se avanza en QB2, la compañía inició la construcción de una planta desalinizadora, que evitará que la operación tenga impacto sobre el agua dulce, para no afectar el bienestar de las comunidades, ecosistemas y economía de la región.

“El uso de agua de mar desalinizada tendrá muchos beneficios positivos para la región y para la minería. Es sólo una forma de cumplir con nuestro compromiso de reducir el uso de agua dulce en las regiones con estrés hídrico y de preservar este recurso esencial para otros”, destaca Francisco Raynaud, gerente de Puerto de QB2.

En qué consiste la instalación

La planta desalinizadora de QB2 será la primera instalación a gran escala de este tipo para la minería en la Región de Tarapacá (a la que se sumará en el futuro la planta de Minera Collahuasi). En su construcción se está empleando tecnología de punta y una logística de grandes proporciones. El objetivo es abastecer con más de 1.000 litros/segundo de agua de mar desalinizada a la operación de Teck.

De acuerdo con la compañía, será una de las obras de ingeniería más importantes en el país, considerando que el agua de mar ya tratada deberá impulsarse a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar, en un trazado de 170 kilómetros que atraviesa diversas condiciones geográficas.

El agua de mar será extraída hacia la planta desalinizadora, donde será purificada, para luego ser bombeada por cinco estaciones de refuerzo hasta 4.300 msnm, donde se ubica la planta concentradora de QB2. Allí será usada para procesar el mineral en lugar de usar agua dulce.

Las cañerías de succión utilizadas para recolectar el agua de mar tienen casi un metro de diámetro. Están situadas a cerca de 250 metros del litoral, a una profundidad de 30 metros, y están diseñadas para asegurar el pleno cumplimiento de los requisitos de protección costera.

El agua salada concentrada del proceso de desalinización se descargará en condiciones de seguridad en el Océano Pacífico, a una profundidad de 40 metros y a una distancia de 750 metros de la costa, para garantizar la protección adecuada del ecosistema marino.

La construcción de los cimientos de la planta comenzó en agosto de 2019 en el área del puerto de QB2, con la participación de aproximadamente 1.200 trabajadores. Después de una breve suspensión de los trabajos debido al Covid-19, estos se reanudaron con casi 1.400 trabajadores en faena en la zona del puerto y la planta desalinizadora.

Cuando opere a plena capacidad, la planta producirá aproximadamente 1.300 litros de agua desalinizada por segundo.

 

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