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Las contribuciones del modelo minero mixto al desarrollo de Chile

Inauguración Chuquicamata Subterránea. Fotografía: Gentileza Codelco

 

De acuerdo con Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, la estructura pública-privada en que se sustenta la industria minera en Chile ha significado diversos beneficios, permitiendo maximizar el aporte socioeconómico del sector al país.

Cuatro son los pilares en que se basa el modelo minero mixto en Chile, según lo descrito por Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, en el Foro “Escenario económico en Chile y el aporte de la minería: rol de Codelco y de la minería privada”, realizado por Voces Mineras A.G. Estos son: 1) La sociedad, receptora de los beneficios de la industria; 2) el Estado, articulador de la institucionalidad; 3) Codelco y Enami, piedra angular en la alianza público-privada; y 4) la industria privada, protagonista del fuerte incremento de la inversión desde los años ‘90.

Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining.

Para el economista, la combinación de estos cuatro pilares ha generado un modelo que:

  • Ha desarrollado más ampliamente el potencial minero del país, lo cual se refleja en la alta correlación entre la producción y las reservas mineras generadas 10 años atrás.
  • Ha producido rentas y riqueza por sobre las capacidades del Estado. “La ampliación de la inversión y toma de riesgos habría sido mucho más compleja de alcanzar para el Estado por sí solo, en donde la inversión privada ha generado impactos positivos en el PIB, el empleo y la sociedad”.
  • Ha contribuido a la legitimidad de la minería. “La gran minería es un ícono para la sociedad chilena. La industria es vista como un catalizador de aspiraciones de desarrollo. También se ha generado un marco de comparación implícito de gestión entre la industria pública y privada”.
  • Ha canalizado el nacionalismo de recursos. “En términos globales, se han observado ciclos de expropiación y privatización de los recursos naturales. Sin embargo, el modelo mixto ofrece la oportunidad de romper con este ciclo y la amplitud de sus oscilaciones, gracias a la estabilidad que entrega”.

Principales contribuciones del modelo

Según Guajardo, los aportes derivados de este modelo de desarrollo minero son múltiples y en distintos niveles:

  • En la inversión y producción: A partir de la década de 1990 la inversión minera despega de la mano de los aportes del sector privado (64% proviene de la gran minería privada). Chile captura y consolida un tercio del mercado del cobre, siendo la minería privada responsable del 95% de este incremento.
  • En el ámbito económico y social: El impulso en la inversión es coincidente con el quiebre estructural en el PIB y la riqueza per cápita en Chile, separándose de sus pares en Latinoamérica. Ello, a su vez, se explica por el gran encadenamiento productivo del sector, resultando en que ocho de cada diez pesos de los flujos generados por la minería van directamente a otros sectores económicos, y el resto se distribuye casi en partes iguales entre el Estado y el sector privado. De esta forma, existe un importante efecto multiplicador de la minería en la economía del país, cuyo impacto se estima entre 1,36 y 1,70 punto del PIB, donde el sector privado aporta seis de cada diez pesos a los ingresos fiscales por cobre. Por otro lado, el fuerte crecimiento de la base productiva, sumado a la volatilidad natural de los precios de los commodities metálicos, impulsó una política de responsabilidad fiscal que pone a Chile a la vanguardia respecto a sus pares en América Latina.
  • En el desarrollo regional: La expansión del sector minero se tradujo en beneficios a nivel local, siendo el empleo una de las dimensiones más favorecidas por un positivo efecto “spillover”.
  • En otras industrias: El 60% de los flujos de la minería se destina equitativamente a proveedores de servicios y productos. La minería brinda condiciones para el desarrollo de capital humano y bienes de consumo; es una palanca para el desarrollo de sectores como las ERNC y la desalinización. También tiene el potencial de apalancar el desarrollo de sectores con alta proyección, como las energías limpias y la electromovilidad.
  • Difusión tecnológica: La minería de hoy es altamente compleja e intensiva de tecnologías, demandando constante innovación y siendo una puerta natural para el desarrollo de sectores sofisticados.

¿Cómo sería la minería sin el modelo mixto?

De acuerdo con el director ejecutivo de Plusmining, sin esta estructura de desarrollo, la actividad minera no habría despegado como lo hizo. A su juicio, habría limitaciones del Estado para explorar, desarrollar e invertir; probablemente la captura de rentas en el boom de los commodities habría sido ampliamente menor; no existiría un marco comparativo para la empresa estatal, que tendría falta de incentivos para competir; mientras los ciclos de nacionalismo/privatización serían mucho más acentuados, generando un ambiente poco propicio para la convivencia de los sectores público y privado.

 

Hacia donde seguir

Sobre los siguientes pasos para un desarrollo exitoso de la industria, las recomendaciones de Guajardo son básicamente tres: desarrollo de proveedores, internacionalización y despliegue de I+D+i. “Chile se encuentra a medio camino en la ruta para alcanzar un desarrollo integral como país minero”, destaca el economista, puntualizando asimismo que el país se halla en un punto crítico, pues se apronta a revisar los fundamentos de su marco político.

Al respecto, sugiere “no desviar la ruta de evolución hacia un estado de desenvolvimiento minero completo y elevado, con un mayor desarrollo de proveedores, mayor grado de internacionalización y capacidad de investigación y desarrollo endógeno”.

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