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Foro de Voces Mineras abordó los desafíos y oportunidades del uso de agua de mar en minería

Tres especialistas analizaron los aspectos técnicos, ambientales, normativos y económicos de la instalación y operación de plantas desaladoras. Se presentaron los casos de Aguas CAP, desalinizadora multipropósito para el Valle de Copiapó, y del proyecto INCO de Minera Los Pelambres, que contempla una planta desaladora.

Planta desaladora de Aguas CAP.

Bajo el título “Plantas Desaladoras: Desafíos y oportunidades del uso de agua de mar en minería”, se realizó un nuevo foro organizado por Voces Mineras A.G., en el marco del Mes de la Minería. En la ocasión, se analizaron las consideraciones a tener en cuenta para el desarrollo y funcionamiento de este tipo de infraestructura, desde el punto de vista técnico, ambiental, económico, social y regulatorio. En ese contexto, se presentaron experiencias de plantas desalinizadoras operativas y en construcción.

La instancia, que se llevó a cabo de forma telemática, contó con la participación de Leonardo Romero, director del Magíster en Aplicaciones de Ingeniería Ambiental del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Católica del Norte (UCN); Patricio Gutiérrez, superintendente de Gestión Socio Ambiental del Proyecto de Infraestructura Complementaria (INCO) de Minera Los Pelambres, y José González, gerente general de Aguas CAP.

Como detalló el profesor Romero, la desalinización es una opción que asegura el suministro de agua, en un contexto de desbalance hídrico profundizado por la mega sequía y la demanda creciente por el recurso, tanto para consumo humano como para el desarrollo de actividades económicas, entre ellas, la agropecuaria, industrial y minera.

 

Gestión de impactos

Durante el foro se analizó cómo manejar los impactos ambientales de la desalinización de agua de mar, con el fin de encontrar una solución que asegure el suministro hídrico, pero sin dañar el medio ambiente. En esa línea, el académico de la UCN planteó tres opciones para gestionar las aguas de descarte de plantas desaladoras: la disposición (en red de alcantarillado, por ejemplo), la aplicación (como agua de riego o en la lixiviación de sulfuros de cobre) y la valorización o recuperación (por medio de procesos tecnológicos para dar un segundo uso a las membranas).

Leonardo Romero, académico UCN.

“Si las salmueras se hacen de forma irresponsable, sin aplicar dispositivos que mitiguen esas descargas de sales, por supuesto que va a estar mal. Si se hace responsablemente, con un sistema de difusores, el radio de impacto puede ser de sólo unos metros”, destacó Romero.

 

INCO: enfrentando el cambio climático

En la oportunidad fue expuesto el proyecto INCO de Minera Los Pelambres, que contempla una planta desalinizadora de osmosis inversa, en la que se incluyen obras marinas de captación de agua de mar y descarga de salmuera, y un sistema de impulsión-conducción del agua desalinizada. Al respecto, Patricio Gutiérrez señaló que la iniciativa “marca el primer paso a largo plazo para enfrentar el cambio climático y generar una mejor convivencia con el territorio”.

Patricio Gutiérrez, de Minera Los Pelambres.

Si bien inicialmente el proyecto consideraba una planta desalinizadora con capacidad de 400 l/s, la compañía presentó un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para elevar la capacidad a 800 l/s, esperando que desde 2025 la minera opere con un 90% de agua desalada y recupere sus niveles de producción de Cu fino sobre 350 mil toneladas anuales.

El ejecutivo también expuso los criterios ambientales con los cuales están trabajando, tanto para la captación de agua de mar como para la descarga de salmuera, y cómo han ido gestionando los desafíos socio ambientales y normativos, considerando más de 500 permisos que se deben obtener. Indicó que la planta desaladora tiene un avance del 60% y que esperan inaugurarla en agosto de 2022.

 

Planta multipropósito

En tanto, José González detalló cómo se desarrolló la planta desalinizadora Aguas CAP en Copiapó, que inicialmente tuvo por objetivo asegurar el suministro de agua para la operación minera de CMP en dicho valle, con una capacidad de 200 l/s convirtiéndose luego en una instalación multipropósito, al incorporarse el proyecto minero Caserones, que necesitaba suministro de agua para las comunas de Caldera y Tierra Amarilla. Con ello, la planta pasó a una capacidad de 400 l/s, contemplándose una disponibilidad adicional con la que podría ampliarse hasta 600 l/s.

José González, de Aguas CAP.

El gerente hizo ver que los aspectos ambientales y operacionales se deben mantener bajo control para el éxito del proceso de desalinización, en particular los relacionados con la salmuera, calidad del agua producida, calidad del agua de mar y bloom de algas.

En cuanto a las oportunidades que plantea esta solución tecnológica, sostuvo que los nuevos precios de la energía eléctrica permitirán reducir el costo de producción y bombeo del agua hasta los puntos de consumo.

 

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