Muchas veces se acusa a la minería de ser una actividad contaminante, pero suele ser sin fundamentos o evidencias concretas. Revisamos los registros del Sistema Nacional de Información Ambiental y de la Superintendencia del Medio Ambiente para ver cuánto hay de mito y de verdad.

A propósito de los episodios de intoxicación que afectaron a la comunidad de Quintero-Puchuncaví en la Región de Valparaíso, la minería y en particular la Fundición Ventanas de Codelco volvió a ser aludida como la responsable. Ello, a pesar de que en la zona existe un cordón industrial que integran diferentes empresas, generándose emisiones de diversos contaminantes.

Incluso mientras estuvo paralizada la fundición se repitieron las intoxicaciones masivas, ante lo cual la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) debió dictar medidas provisionales contra seis empresas que operan en la bahía, para disminuir la presencia de contaminantes volátiles en la atmósfera.

De acuerdo con la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, los episodios de intoxicación se han debido a compuestos orgánicos volátiles, por una parte, a la presencia de dióxido de azufre (SO₂), del cual es responsable principal (en un 62%) la fundición, y a la emanación de ácidos sulfídricos desde las alcantarillas, por otro lado.

El 1 de julio la autoridad ambiental aprobó la actualización del Plan Operacional presentado por Codelco Ventanas que, entre otras medidas, contempla que en caso de presentarse una situación de inversión térmica, es decir, con baja ventilación y descenso de temperaturas a 1,5 Cº durante un promedio de 15 minutos, debe reducir las emisiones de forma inmediata. Según el documento autorizado, en condiciones de ventilación regular o mala, debe parar la operación del Convertidor Teniente y del Convertidor Pierce Smith por cuatro horas si se está en emergencia ambiental; por tres horas en caso de pre-emergencia y por dos horas ante una alerta ambiental. La estatal también se comprometió a una conexión en línea con los sistemas de monitoreo de la SMA, entre otras acciones.

Ello permitió que la fundición retomara sus operaciones, mientras se espera el proyecto que modifique la Ley 19.993, que actualmente la obliga a procesar los minerales de Enami, y mientras avanzan las mesas de trabajo para preparar el proceso de cierre de la planta anunciado por el Gobierno.

Qué dicen las cifras

Según el sexto Reporte del Estado del Medio Ambiente (REMA) 2021, emitido por el Ministerio del Medio Ambiente y publicado a través del Sistema Nacional de Información Ambiental, en relación con las emisiones de SO₂ provenientes de las siete fundiciones de cobre existentes en el país, en 2019 se observó una fuerte caída respecto de los años anteriores, llegando a mostrar una disminución de 71% comparado con el total reportado en 2016 (gráfico 1).

GRÁFICO 1

Emisiones de SO2 generadas por fundiciones (por región, 2016-2019)

En cuanto al arsénico, también se observa una reducción en las emisiones al último año registrado en el informe (2019), en tres de las cuatro regiones donde operan fundiciones y fuentes emisoras de arsénico que cuentan con Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Sólo en la Región de Valparaíso se produjo un leve aumento entre los años 2018 y 2019.

En tanto, sobre las emisiones de contaminantes locales, gravadas por impuestos verdes, el reporte da cuenta que en 2020 el principal sector emisor de estas emisiones fue el de generadoras eléctricas, representando un 91% en el caso de óxidos de nitrógeno (NOx), un 87,5% para dióxido de azufre (SO₂) y 91,4% en material particulado. En cuanto al SO₂, el rubro agrícola le sigue como fuente emisora, mientras la minería aparece con una mínima participación (gráfico 2).

GRÁFICO 2

Emisiones de contaminantes locales gravadas por impuestos verdes (SO2) por sector (2017-2020)

Por otra parte, las estadísticas del Sistema Nacional de Información de Fiscalización Ambiental, de la Superintendencia del Medio Ambiente, muestran que del total de 33.072 expedientes de fiscalización (procesos finalizados) entre 2013 y lo que va de 2022, los relacionados con minería sólo representan un 4,2% (1.386), que se compara con el 28,4% del sector pesca y acuicultura, con 9.377 expedientes, y el 25,2% de agroindustria, con 8.319 casos (gráfico 3).

GRÁFICO 3

No obstante, de 825 procedimientos sancionatorios, que arrojan un total de 92.775,7 UTA (unidades tributarias anuales) en multas, la minería encabeza el ranking de montos en multas, representando el 56,7% de la suma total (52.619 UTA). Por empresa, el listado lo lidera Minera Caserones (14.745 UTA), por un proceso iniciado en 2013 y finalizado en 2015, por incumplimientos de las condiciones, normas y medidas establecidas en la RCA. También figura Anglo American Sur, con una sanción de 6.554 UTA y otra de 5.299 UTA, por incumplimiento de la RCA de Los Bronces y en Mina El Soldado, respectivamente.

Aspectos por mejorar

El REMA 2021 reporta que la cantidad de emisiones gravadas por impuestos a la emisión de dióxido de carbono (CO₂) por fuentes fijas en el país se estima en 31.909.959 toneladas el 2020. La emisión gravada ese año proviene mayoritariamente de la combustión de carbón (61,30%), seguido por gas natural (22,9%), petcoke (10,8%) y petróleo (5%).

La Región de Antofagasta presentó la mayor cantidad de emisiones gravadas (40,9%), debido a la presencia de grandes plantas de combustión, asociadas al rubro de generación eléctrica (termoeléctricas a carbón, a petróleo combustible y a petróleo diésel), que abastecen la demanda energética de la actividad minera en la zona norte (gráfico 4).

GRÁFICO 4

De ahí la importancia de ir disminuyendo la huella de carbono asociada a la producción minera, apuntando a la obtención de cobre verde.

Asimismo, donde aún queda por mejorar es en las emisiones de contaminantes a aguas subterráneas y superficiales. Según el REMA 2021, la minería –y en particular la extracción y procesamiento de cobre– es la principal actividad responsable de la presencia de sulfatos y sulfuros en aguas subterráneas, así como de metales pesados, y ocupa el segundo lugar como fuente de hidrocarburos presentes. Lo mismo se repite para el caso de las aguas superficiales (gráficos 5 y 6).

GRÁFICOS 5 – 6