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Los desafíos para la recuperación económica según José Pablo Arellano

El economista, quien intervino en el reciente foro de Voces Mineras, profundizó en cómo una vez que se vayan superando las restricciones a la oferta –a causa de los cuidados por la pandemia– se irán imponiendo los desafíos provenientes de una demanda más limitada.

José Pablo Arellano

La principal limitación provendrá de la demanda. Así lo proyectó José Pablo Arellano, investigador senior de Cieplan, ex presidente ejecutivo de Codelco, ex director de Presupuestos y ex ministro de Educación, al referirse a los desafíos que enfrenta el país para la recuperación económica, en el marco del Foro “Escenario económico en Chile y el aporte de la minería: rol de Codelco y de la minería privada”, organizado por Voces Mineras A.G.

“Vamos a estar en una situación en que tendremos que mantenernos vigilantes, pero en la medida en que esto se vaya superando, la limitación principal vendrá de la demanda”, aseveró el economista.

Para Arellano, un primer desafío para avanzar en la recuperación económica es el retorno seguro, respecto del cual la minería puede aportar su experiencia en materia de seguridad. “El desafío ahora, y lo será en los próximos meses, es cómo restablecer la actividad económica de una manera segura. Y la minería, por su tradición de cuidado de los riesgos para la salud de las personas, tiene una cultura que ayuda a poder desarrollar la actividad de forma más segura”, destacó.

Junto con ello, el ex CEO de Codelco valoró que la minería haya logrado mantenerse operativa e incluso superar la producción de 2019 en lo que va corrido del año, particularmente en el segundo trimestre, en un contexto en que la actividad económica en Chile se contrajo un 14% en el segundo trimestre, con un importante impacto en el empleo. Subrayó que la mantención y aumento de la producción minera “es un logro enorme y naturalmente evitó que la actividad económica hubiera caído aún más”.

Con todo, planteó que el hecho de tener que cumplir exigentes protocolos sanitarios para producir, representa una restricción de oferta, la cual va a seguir presente hasta que esté controlada la situación generada por el coronavirus. “Hasta eso necesitaremos un cuidado extremo en evitar que los contagios se expandan”, dijo, puntualizando que en la medida que esta limitación de oferta vaya aflojando, la restricción principal vendrá de la demanda, es decir, de la capacidad de compra o de que las empresas encuentren a quién vender sus productos.

Arellano fue uno de los expositores del último foro organizado por Voces Mineras

Consumo empobrecido

Como los tres destinos principales de la actividad de las empresas son: el consumo, la exportación y la inversión, es en ellos que se concentran los desafíos para la recuperación, según José Pablo Arellano.

En esa línea, será fundamental que la evolución del consumo vaya mejorando para que las empresas tengan demanda suficiente. Observó que un factor que ha ayudado temporalmente en este sentido es el retiro del 10% de los fondos de pensiones, aunque con perjuicio para el ahorro futuro de las personas. Por eso, enfatizó que hay otro 10% más importante: “Es el 10% que aporta la minería en Chile. Ese es un 10% que no es gastarse los ahorros, sino que es generación de ingresos”.

También advirtió que hay una “situación de relativo mayor empobrecimiento, que va a afectar la posibilidad de ir recuperando el nivel de consumo”. Esta, dijo, se refleja, por ejemplo, en que una parte significativa de la población haya tenido que recurrir a sus fondos de pensiones o en la importante caída de ingresos que afectará al Estado. “Si la actividad económica se estima que caerá alrededor de 6% este año en Chile, los ingresos tributarios caerán casi el doble de eso, en parte porque hay menos actividad económica y también porque el Estado ha tenido que dar prórrogas y condonar parte de la recaudación”, señaló Arellano.

Esa ecuación entre menores ingresos y mayores gastos para hacer frente a la crisis de la pandemia, se traducirá en que el Fisco tendrá que gastar parte de sus ahorros o endeudarse, por una cantidad que el economista situó en US$23.000 millones, cifras que superarían los US$11.000 millones al año en 2021 y 2022.

 

Exportaciones dependientes

Crédito: Fotografía de Codelco.

En relación a las exportaciones, el investigador de Cieplan estimó que en las economías del resto del mundo lo peor ya pasó y habrá que ver a qué ritmo se da la recuperación internacional. Destacó al respecto la resiliencia que ha mostrado la cartera exportadora chilena, muchas veces criticada por estar muy centrada en recursos naturales. “No hay países de Asia que exportan manufacturas, vestuario, calzado, que no hayan tenido una caída brutal de sus exportaciones por la menor demanda. No es el caso de nuestras exportaciones. China, por ejemplo, durante el primer semestre ha aumentado las importaciones de cobre”, resaltó.

A juicio de Arellano, en este ámbito el desafío está en mantener y elevar la capacidad exportadora, aprovechando las ventajas que nos dan los acuerdos internacionales, como el TTP, cuyo despacho está pendiente en el Congreso. “Nos va a dar más seguridad, más garantías de acceso a los mercados, en un mundo que está mucho más proteccionista”, comentó.

 

Inversión para el crecimiento futuro

Respecto de la inversión, el economista sostuvo que su importancia radica que en ella se juega el crecimiento futuro. “Hay obras que están detenidas y en la medida que la actividad se pueda ir retomando, van a restablecerse. Esas me preocupan menos. Me preocupan más los nuevos proyectos, las nuevas inversiones, porque dependen de la confianza y del grado de riesgo que se vea hacia adelante. Y ciertamente estamos en un periodo en que los riesgos se ven mayores, por la situación que estamos viviendo, en que hay áreas que están con enormes dificultades, mucha incertidumbre”, aseveró.

Pero, así como hay elementos difíciles de manejar y prever, hay incertidumbres que depende de lo que nosotros hagamos. Y ahí surgen dos grandes temas: orden público y proceso constitucional. El primero, para dar tranquilidad al inversionista en el corto plazo, y el segundo por la naturaleza de la actividad minera, que necesita reglas del juego claras para proyectos que son de muy largo plazo.

“Es fundamental cómo quienes están en la minería contribuyen a que podamos tener como país una mirada que dé estabilidad a las reglas del juego del futuro (…). Las visiones que se impongan respecto de esto van a contribuir a que tengamos reglas mejores o peores, y eso va a ser fundamental para la minería del futuro, no para la recuperación de un año o 18 meses, sino de 5, 10 o 15 años”, concluyó.

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