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La minería en Chile y su desafío de transitar hacia operaciones subterráneas

Víctor Encina, académico de Ingeniería Civil de Minas de la Universidad Técnica Federico Santa María, expuso en el reciente encuentro de socios de VVMM sobre este gran reto que enfrenta la industria, “porque estamos muy atrasados”, advirtió.

“Desafíos y tendencias en la minería subterránea” fue la presentación realizada por el experto Víctor Encina.

Como consecuencia de la mayor demanda global prevista de cobre y otros minerales, sumado a las crecientes restricciones a que enfrenta la minería a rajo abierto -especialmente por factores ambientales- la industria en Chile y el mundo está desafiada a transitar a operaciones subterráneas. Y esto implica un gran desafío para el sector.

Así lo planteó el experto Víctor Encina, docente de la carrera de Ingeniería Civil de Minas de la UTFSM, quien fue invitado a exponer sobre esta materia en el reciente encuentro de socios de VVMM,

“Tenemos que migrar a minería subterránea, aunque sea más compleja y más cara. Y más encima, tenemos que aumentar la producción”, comentó el docente, haciendo hincapié -además- en que hasta ahora ninguna mina subterránea ha podido lograr los niveles de producción de una faena a rajo abierto.

Por ello, enfatizó que para superar estos cuellos de botella “tenemos que desafiar las prácticas usuales en la gran minería”. Un reto en el cual -dijo- deben estar comprometidos los diversos actores que conforman esta industria en Chile: las compañías mineras, los proveedores y la academia, junto con el compromiso del Estado, con el liderazgo del ministerio de Minería.

Subrayó que esta tarea requiere ser asumida con fuerza y prontitud, “porque estamos muy atrasados”.

La presentación fue seguida con interés por los socios de VVMM

Víctor Encina expuso ante los socios de VVMM que actualmente más del 70% de la producción de minerales metálicos proviene de minas a rajo abierto. Asimismo, dijo que hoy en día en el mundo se producen unas 26 millones de ton de cobre al año, pero hizo notar que con todo el cambio a energías limpias y la electromovilidad, “la demanda global aumentará a razón 800.000 ton anuales”.

Al respecto, sostuvo que si bien existen reservas para eventualmente sostener ese ritmo de crecimiento hasta 2050, la gran interrogante es si la industria será capaz de proveer esa oferta con los actuales mecanismos y tecnologías empleados para la extracción de minerales.

Y es ahí donde se instala la creciente presión por no seguir ampliando y desarrollando minas a rajo abierto -debido a restricciones ambientales- y transitar hacia faenas subterráneas.

Señaló que esta visión obedece a una serie de motivos, entre los que se cuentan:

  • En el futuro no será aceptable remover y hacer acopios de estéril, como ocurre en rajo abierto: por el gasto que implica de energía y suelo; por el polvo el generan las tronaduras y tránsito de camiones; y porque no será compensable (económicamente) el impacto que esto genera en las comunidades.
  • Habrá que extraer sólo el mineral, y eso lo hace la minería subterránea (aunque en menor volumen, especialmente en términos de gran minería).
  • Y por el agotamiento de los yacimientos superficiales, como lo están enfrentando operaciones en Chile.

Ante este escenario, resaltó las ventajas que ofrece la minería subterránea:  el 100% del material minado es mineral; no ocupa suelos con uso alternativo (relaves); acotada generación de polución atmosférica, fácil planificación del cierre, entre otras. Pero también puso énfasis en las desventajas y complejidades que hoy presenta, especialmente para los volúmenes de explotación de mineral que maneja la gran minería y que se van a requerir para abastecer el crecimiento previsto de la demanda global:

  • El método subterráneo no selecciona para maximizar la producción.
  • Difícil balance en tiempos de preparación versus tiempo de agotamiento del recurso preparado.
  • Reconocimiento completo del recurso minero para diseñar y planificar.
  • Peligro de derrumbe o caída de roca por condición geomecánica.
  • Fuerte Capex por infraestructura inicial y preparación.
  • Lento tránsito a tecnologías de remotización y automatización en producción.
  • Nulo avance a tecnologías de remotización y automatización en laboreos de preparación.

A la luz de este análisis, Víctor Encina insistió en el gran desafío que existe para el sector por abordar estos retos en forma prioritaria, desde una mirada sustentada en el conocimiento y experiencia que Chile posee en minería subterránea; el desarrollo y búsqueda de nuevas tecnologías; y principalmente con un foco en replantearse la forma en que estamos haciendo minería.

Porque reiteró que dados los tiempos de esta industria, las decisiones que se tomen hoy son las que van a determinar que se puedan cumplir las metas de producción que ya se avizoran.

“La industria no está pensando en cómo superar las dificultades de este desafío, más bien se está modernizando como cualquier sector”, concluyó.

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