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Ex ejecutivo de SQM insta a aumentar la producción de litio en el menor tiempo posible

Para el ingeniero Daniel Jiménez, director de iLiMarkets, todo indica que las unidades que se produzcan al 2030 tendrán más valor que las que se obtengan después. El experto fue invitado por el Instituto de Ingenieros de Chile a participar en la conferencia “¿Qué vamos a hacer con el litio?”

Una serie de advertencias y recomendaciones respecto de la situación de Chile en el mercado del litio y sus perspectivas futuras, hizo el experto Daniel Jiménez en la conferencia “¿Qué vamos a hacer con el litio?”, organizada por el Instituto de Ingenieros de Chile. Actualmente director de iLiMarkets, el ejecutivo fue vicepresidente comercial senior de Yodo, Litio y Químicos Industriales en SQM.

Daniel Jiménez, director de IliMarkets.

Respecto de las estimaciones para la demanda mundial de litio, el ingeniero planteó que a 2030 ésta se multiplicaría en diez veces respecto de 2020, llegando a 3 millones de toneladas a fines de la década. “Significa que la demanda en promedio va a crecer 300.000 toneladas anuales, que equivale a toda la demanda del 2019-2020”, destacó. En ese marco, hizo ver que el crecimiento previsto es espectacular y que implica desafíos productivos importantes.

Al analizar la composición de la demanda futura, Jiménez comentó que una parte relevante (95%) provendrá de la industria de baterías, de la cual un 80% correspondería a vehículos eléctricos y un 15% a almacenamiento de energía. En el caso de los vehículos eléctricos, puntualizó que su penetración a nivel global pasará desde un 15% en 2023 hasta cerca de un 50% en 2030.

En cuanto a la proyección de la oferta de litio en el mundo, el especialista sostuvo que hacia 2027 Australia seguirá siendo el país dominante en la producción de Li y destacó la irrupción de oferentes nuevos en el mercado, en particular Brasil y Zimbabue, que antes de 2021 no existían. En tanto, Chile crecería a un ritmo moderado, mientras Argentina lo hará a mayor velocidad. “Nos quedamos evidentemente atrás”, acotó.

A pesar de las favorables perspectivas para la demanda global de Li, advirtió que existe una amenaza que no hay que perder de vista: la batería de ion sodio, la cual no contiene litio y sería más competitiva porque el sodio es más barato, indicó.

A ello añadió otra condición a tener en cuenta: que el litio tenderá a ser reciclable. Explicó que como el uso de las baterías de Li se concentrará fundamentalmente en electromovilidad y almacenamiento estacionario, por un tema de costos y de facilidad en la recolección de las mismas, se estima que las tasas de reciclaje serán altas en ambos segmentos.

Según sus proyecciones, hasta 2030 el incremento de la demanda de Li se satisfará con litio primario –el que se extrae todos los años– pero en la próxima década, suponiendo que las baterías de autos eléctricos tendrán una vida útil de diez años y que la demanda por Li seguirá creciendo, empezará a aparecer con fuerza la fuente de litio reciclado, que irá gradualmente reemplazando al litio primario.

Precios y márgenes

Sobre los precios del Li, el ejecutivo hizo ver que usualmente estos se han movido entre US$5 y US$6 por kilo de carbonato de litio. Recordó que un primer boom de precios se dio en 2018, cuando llegaron a US$18/kg, coincidiendo con el atraso en varias minas australianas en entrar en producción. Y cuando entraron todas al mismo tiempo los precios cayeron en 2020, llegando nuevamente a niveles de US$6.

Tras ocuparse la capacidad ociosa hacia fines de 2021, empezó un nuevo peak de precios, que se empinaron hasta US$80 a fines de 2022. En la actualidad se está produciendo un ajuste, a valores de US$20-25. “Efectivamente puede verse como un gran colapso pasar de US$80 a US$25, pero es un precio de locos si miramos lo que fue la historia del litio. Hay que poner en contexto los US$20-25 de hoy; es algo que hace seis años sólo soñábamos con que existiera”, manifestó.

Por otra parte, Jiménez hizo notar que en los últimos dos años se ha dado un mayor involucramiento de los fabricantes de autos y de baterías en el mercado, los cuales están suscribiendo contratos de suministro directos con los productores de litio. Esto ha llevado a que los fabricantes de autos presionen a los de baterías para que bajen sus márgenes y éstos a su vez a los fabricantes de ánodos y cátodos. “En esta industria, hoy y probablemente en los próximos diez años, la plata la van a hacer el minero y el fabricante de autos, pero todo lo que está en medio va a ser extremadamente competitivo, va a estar muy presionado por ambos extremos, por el productor de litio por un lado y el fabricante de autos por otro. Consecuentemente, las rentabilidades altas estarán en la producción de litio”, sostuvo.

Plazos, restricciones y Política Nacional del Litio

El experto también planteó que cualquier proyecto que se inicie va a demorar un promedio de diez años desde su exploración hasta la producción. “Los proyectos que hoy están empezando a producir en Argentina partieron hace 15 años. Entonces, tengamos sentido de realidad. Lo que hagamos hoy en Chile no va a significar producción de litio en los próximos ocho años, más aun considerando todas las complicaciones de permisología que tenemos”, manifestó.

Además, hizo mención a las restricciones existentes en Chile para la explotación de litio, definido como mineral estratégico. “La legislación chilena que decreta al litio como no concesible nos ha hecho perder una oportunidad histórica. Si el año pasado Chile hubiese producido 100 mil ton más de Li, hubiese significado US$5.000 millones y el Estado se habría llevado el 60-70% de eso. Seguir insistiendo en categorizarlo como estratégico, seguir poniendo trabas al desarrollo, tiene un costo alto para el país”, expresó.

Sobre la Política Nacional del Litio definida por el Gobierno, Jiménez rescató la posibilidad que se le da a Codelco para negociar una entrada temprana a los proyectos de SQM y Albemarle, siendo particularmente importante el acuerdo con la primera, dijo, cuyo contrato con Corfo vence en 2030. “Si llegan a un acuerdo, hay una posibilidad real de generar valor para el país”, acotó.

Según el director de iLiMarkets, se debe procurar aumentar la producción al máximo en el menor tiempo posible. “Todas las unidades de litio que produzcamos al 2030 probablemente van a tener más valor que las que produzcamos de 2030 en adelante. El valor presente de producir más unidades hoy versus mañana es porque van a tener un precio mucho mayor”, indicó, puntualizando que el acuerdo entre Codelco y SQM en el Salar de Atacama podría permitir incrementar la producción desde 240 mil toneladas a 350/450 mil ton, generando valor por US$15 mil millones a US$30 mil millones.

En relación a los otros salares, estimó que no producirán litio antes de diez años. Recordó que, de acuerdo a la Política Nacional definida, la autoridad debe determinar los salares explotables; luego tiene que licitar un CEOL para explotar el salar; además será obligatorio el uso de la extracción directa de litio, “una tecnología que no está madura y no funciona a gran escala industrial”, dijo; se deberá reinyectar la salmuera, lo que podría tener riesgos ambientales; y el Estado tendrá el 51% si el proyecto es considerado estratégico. “Las condiciones son tremendamente poco atractivas y como inversionista preferiría invertir en otro lado”, opinó.

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