Eduardo Bitran: “Estamos en presencia de un súper ciclo del litio, pero no será eterno”
El académico de la UAI estuvo a la cabeza de la Corfo cuando se renegociaron los contratos con SQM y Albemarle para la explotación de litio en el Salar de Atacama. En el foro de Voces Mineras planteó que el principal recurso se encuentra en esa zona y que el aporte al Fisco podría llegar a cerca de US$3 mil millones en 2026, equivalente al 0,8% del PIB.
Con precios que el mercado spot llegan hasta US$90.000 la tonelada de carbonato de litio equivalente (LCE), para Eduardo Bitran “hoy estamos en presencia de un súper ciclo” en esta industria. El académico del Center for Energy Transition (Centra) de la Universidad Adolfo Ibáñez y ex vicepresidente ejecutivo de Corfo, intervino en el foro “Desafíos y Oportunidades de la Minería del Litio en Chile”, realizado por Voces Mineras A.G., oportunidad en que instó aprovechar el actual escenario, caracterizado por una demanda que calificó como explosiva.
“Se está proyectando que los precios de contratos de largo plazo en los próximos años van a estar entre US$14.000 y US$20.000 por ton”, destacó. El fundamento es el déficit entre oferta y demanda, que en el corto plazo será cubierto con stocks acumulados durante la pandemia, pero que dado el crecimiento acelerado de la demanda –que algunos calculan será de 20% anual–, se prevé que el desajuste se mantendrá hasta al menos 2030, explicó. Según Bitran, este ciclo durará como máximo diez años, con una oferta que vendrá atrasada. “Esto es algo extraordinario, pero no pensemos que va a ser algo eterno”, advirtió.
“Chile, en esta explosión de demanda, es un país privilegiado. Y no sólo es litio, esto también tiene implicancias sobre el cobre y otros recursos, como cobalto y tierras raras (…). Podemos ser el proveedor que le permitirá al mundo abordar el desafío de la descarbonización” manifestó. En ese contexto, dijo sentirse incómodo cuando se habla de extractivismo para referirse a la minería, porque eso implica impactar muy negativamente a las comunidades y al medioambiente. “Hoy tenemos que hablar de minería verde, con la que Chile será el pilar para resolver los problemas futuros de sustentabilidad global”, enfatizó.
Capacidad de respuesta
A juicio de Bitran, aprovechar los beneficios que puede significar este boom para el país dependerá de su capacidad de reacción: “¿Cómo aprovechamos este súper ciclo? Lo podemos aprovechar si Chile tiene una oferta con la cual pueda responder rápidamente. Y de acuerdo a los contratos vigentes (en el Salar de Atacama), tenemos la posibilidad de captar una proporción muy significativa de la renta económica-minera que se genera y beneficiar al Estado chileno y a las comunidades”, dijo.
¿Y la posibilidad de desarrollar minería del litio en otros salares? A juicio del ex vp ejecutivo de Corfo, dada la necesidad de resolver problemas jurídicos y de incorporar nuevas tecnologías que eviten altas tasas de evaporación, un proyecto tomaría ocho a diez años en ponerse en marcha, incluso haciendo las cosas rápido. “Por supuesto que hay que desarrollar nuevos salares, pero probablemente van a entrar en producción en la cola del súper ciclo. La joya de la corona es el Salar de Atacama. No hay otro recurso en el mundo de este valor, porque el costo marginal de procesarlo, debido a que está en superficie, es menor a US$2.000 la tonelada”, sostuvo.
El académico de la UAI recordó que en 2008 Chile representaba el 44% de la producción mundial de litio y que en 2016 tenía el 41%. Ese año y el siguiente, estando él a la cabeza de Corfo, renegociaron los contratos con Albemarle y SQM, respectivamente, lo que permitió revertir la caída que en 2018 tuvo la participación de Chile en el mercado del litio (bajó a 20%), situándose en 27% en 2020 y proyectándose que será de 25% a 2026 con una producción de 250 mil ton. “Si no se hubieran modificado las cuotas de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (Cchen), hubiéramos caído al 8% de participación en el mercado mundial a 2026. Y estimamos que con 270 mil toneladas vamos a llegar al 15% del mercado mundial a 2030”, aseveró.
Asimismo, Bitran comparó la situación de Chile con otros países competidores en cuanto al coeficiente de producción sobre sus reservas de litio, haciendo ver que “Australia está produciendo el 1,5% de sus reservas, China el 0,75%, Argentina el 0,38%, pero va a aumentar dramáticamente a más de 2%, y Chile el 0,21%”.
Y respecto de los proyectos en etapa de exploración, que conformarán la oferta de litio en el mediano plazo, señaló que Chile tiene una participación bajísima, con tan sólo un 5,2% a nivel global. En tanto, Canadá representa un 25,6%, Australia un 17,6%, Estados Unidos un 15,6% y Argentina un 12,5%.
Eficiencia tecnológica
Debido a las cuotas autorizadas, en el proceso de extracción de los salares para obtener potasio se extrae litio que, por restricciones legales, no se puede procesar, debiendo ser reinyectado al salar. De acuerdo con el académico, en 2016 la extracción de litio desde el Salar de Atacama fue de 755.793 ton LCE, mientras que la producción total de productos de litio ese año fue de aproximadamente 82 mil ton LCE, equivalente al 11% de lo extraído.
“Como hay una regulación que no es integral para los salares y se trata al potasio distinto que al litio, en 2016 teníamos una extracción orientada al potasio, particularmente en el caso de SQM, lo que generaba una enorme disponibilidad de litio en superficie, que después había que reinyectar, con alta evaporación de agua y costo ambiental. Midiendo lo efectivamente producido, vamos a llegar a que SQM tenía niveles de eficiencia menores al 10%”, planteó.
En esa línea, hizo ver que con eficiencias tecnológicas del orden del 45%, se habrían podido producir unas 300 mil toneladas ese año, más que el mercado mundial. “¿Y qué pasa si pudiéramos producir 350 mil toneladas en el Salar de Atacama? Claro que lo podemos hacer, si en superficie hay más de 700 mil toneladas”, remarcó.
Aporte al Estado
En relación con el aporte de recursos que la minería del litio significa para el Estado, Bitran expuso que entre los cambios contractuales que se hicieron en 2016-17, lo más importante son las regalías que se negociaron: con precios sobre US$10.000, la tasa de comisión es de 40%. “Eso es tres veces más si se compara con el resto del mundo. A US$20.000 la tonelada, la regalía promedio, sumando la comisión más el impuesto específico, es de 46%” indicó.
Con los contratos vigentes y una estimación de precios de largo plazo entre US$14.000 y US$20.000 por tonelada LCE, tomando en cuenta todos los impuestos y asumiendo que se paga el impuesto específico que existe hoy, “con 250 mil toneladas de producción se recaudan casi US$3 mil millones, es decir, 0,8% del PIB, más del doble que cualquiera de las simulaciones del royalty de la minería metálica”, destacó el ex vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Sobre la Empresa Nacional del Litio que el actual gobierno espera crear, recomendó que Codelco transfiera sus derechos en el Salar de Maricunga a esta empresa, para consolidar alianzas en esa zona y desarrollar un solo proyecto. “Incluso no esperaría que haya una nueva regulación, simplemente haría un acuerdo entre Codelco, la nueva empresa y echaría a andar Maricunga lo antes posible”, planteó, acotando que podría ser la oportunidad para incorporar a las comunidades como socias del proyecto.
Valor agregado
Al referirse a las posibilidades que tiene Chile para integrar la cadena de valor agregado del litio, Bitran opinó que en el corto y mediano plazo el país no tiene chance en el mercado de producción de baterías. “Hay una guerra comercial entre China, Japón, Corea, Europa y Estados Unidos por liderar la industria automotriz eléctrica y de baterías. Chile no tiene posibilidad de meterse en esa carrera”, afirmó.
A su juicio, las oportunidades están donde tenemos ventajas, particularmente en los cátodos, ánodos de litio metálico y electrólitos de litio.
La siguiente es la presentación completa de Eduardo Bitrán: