Cobre, un estándar sanitario urgente
Víctor Pérez, experto en usos del cobre y desarrollo de mercados, director de Copptech –empresa que creó una tecnología antimicrobiana a base del metal rojo– y socio de Voces Mineras A.G., destaca que como país minero “producimos un material que es fundamental para combatir la pandemia del COVID-19 y responder a las necesidades de salud pública que la humanidad tiene hoy”.
“Hay un antes y un después…Esta contingencia no puede quedar como una raya en el agua”. Así resume Víctor Pérez, director de Copptech y socio de Voces Mineras A.G., el impacto que tendrá –y ya está teniendo– la pandemia del Covid-19 en la forma en que se protegerá la salud de las personas, contexto en que el uso de las propiedades del cobre puede tener un fuerte impulso.
“Va a ser una lección para todo el mundo, para las personas, para las autoridades, para quienes desarrollan tecnologías, para el mundo del emprendimiento y el del financiamiento, para que el ecosistema de tecnologías que protegen la salud de las personas crezca de manera importante”, plantea el ejecutivo.
En ese sentido, hace ver que como país debemos pasar de una conducta reactiva a una proactiva, y que es necesario que las autoridades sanitarias specifiquen normativas y estándares para implementar tecnologías autosanitizantes a base de cobre en espacios públicos, como pueden ser salas cuna, recintos educacionales, campamentos mineros, oficinas, buses, aviones, cruceros, entre otros, porque esta pandemia no será la última.
Propiedades con historia
Registrado por la EPA (Environmental Protection Agency de Estados Unidos) como único metal con propiedades antimicrobianas, el cobre ha acompañado a la civilización a lo largo de su historia, para conservar alimentos, purificar el agua y prevenir enfermedades, destacando su uso entre los egipcios, incas, celtas, chinos, griegos, entre muchas otras culturas ancestrales.
En la actualidad, la más reciente prueba empírica de sus cualidades quedó plasmada en un estudio del New England Journal of Medicine, que demostró que después de 4 horas la trazabilidad del virus del Covid-19 en una superficie de cobre ya no es perceptible, cayendo significativamente en la primera hora, resultados muy favorables en comparación con el acero inoxidable, el plástico y el cartón, en donde el virus permaneció por días.
“Hay una serie de lugares donde la exposición de las personas es tremendamente alta y ahí se debieran especificar materiales que protejan la salud de las personas, que sean autosanitizantes, que se autolimpien de estos patógenos”, sostiene Víctor Pérez.
Recuerda que fue hace 12 años que la industria del cobre en Chile apostó por promover nuevos usos del metal rojo. Una de las principales inversiones se desarrolló a través de Codelco Lab, filial de Codelco, que implementó un modelo de innovación abierta focalizado en tecnologías que apalancaran la demanda de cobre en distintos ámbitos. “Uno de los que más se potenció desde el emprendimiento local fue la propiedad antimicrobiana del cobre”, relata.
“Fue bastante promisorio el hecho de que la industria del cobre apostara por la propiedad bactericida y biocida del cobre (…). Fue algo que visualizamos, fundamentalmente radicado en el ámbito intrahospitalario. Ahí nació el concepto de proteger a los pacientes y doctores que están en la primera línea de cuidado de las personas, donde había un tremendo riesgo para la vida humana y un costo altísimo asociado a enfermedades intrahospitalarias”, sostiene.
Más allá del hospital
Pero hoy, y fundamentalmente viendo lo que ocurre con el Covid-19, la prevención y protección sanitaria salió de la escala intrahospitalaria, observa el socio de Voces Mineras. “Hoy vemos la necesidad de implementar materialidades que sean batericidas, fungicidas, virucidas y protejan la salud de las personas en un contexto más allá del hospital, como es el transporte público, hoteles, establecimientos educacionales, faenas mineras, el ambiente de las oficinas, lugares donde la exposición de las personas es alta”, indica.
“Tenemos que habilitar espacios para volver a transportarnos, estudiar, trabajar, descansar, como tradicionalmente lo hacíamos, pero para hacer eso no estamos completamente preparados”, advierte, insistiendo en que las autoridades sanitarias deben comenzar a implementar de manera proactiva productos autosanitizantes, además de fijar estándares que permitan habilitar espacios que protejan la salud de la población de manera permanente, a partir de elementos como el cobre.
“Como país minero producimos un material que es fundamental para combatir la pandemia del COVID-19 y responder a las necesidades de salud pública que la humanidad tiene hoy”, manifiesta.
En ese sentido, destaca la experiencia de Copptech, que dentro de un portafolio de más de 60 emprendimientos incubados por Codelco Lab desde 2008, logró consolidar un modelo de negocio tecnológico a gran escala, con una solución aplicable a un amplio número de sectores industriales. La empresa desarrolló una fórmula única a base de cobre y zinc, aprobada por la EPA, que puede añadirse a polímeros, paneles de madera, papel, lechada, textil, melaminas, barnices, pinturas, entre otros, y a un costo muy competitivo, subraya Pérez.
De acuerdo con sus estudios, su tecnología desarrollada en Chile tiene un amplio espectro antiviral, pudiendo tener efecto sobre el SARS-Cov-2 y el virus emergente de Covid-19. Asimismo, ensayos clínicos demuestran una importante reducción de bacterias en sus diversas aplicaciones.