Camiones autónomos: un cambio de paradigma
En el Foro “Nuevas Tecnologías que Revolucionan la Minería” representantes de las empresas Komatsu y Caterpillar hicieron ver que el uso de equipos automatizados implica una transformación cultural al interior de las faenas y es el primer paso hacia la mina autónoma.
Las ventajas, pero también las condicionantes de implementar una flota de camiones autónomos en faenas mineras, revelaron ejecutivos de las empresas fabricantes que están más adelantadas en este ámbito: Komatsu y Caterpillar. En el Foro “Nuevas Tecnologías que Revolucionan la Minería”, organizado por Voces Mineras A.G. y el Colegio de Ingenieros de Chile, los asistentes pudieron conocer no sólo los avances y resultados obtenidos por los desarrolladores, sino también la experiencia de quienes han usado o están evaluando usar estos equipos.
Tras 12 años de operación con camiones autónomos, que se iniciaron en Chile con una prueba en Radomiro Tomic de Codelco y comercialmente en Gaby (División Gabriela Mistral), Komatsu suma hoy más de 182 camiones autónomos trabajando en nueve faenas en el mundo para tres clientes (Sancor en Canadá, Rio Tinto en Australia y Gaby en Chile), a los que espera sumar otras cuatro operaciones este año.
De acuerdo con Darko Louit, CEO de Komatsu Cummins Chile, los beneficios comprobados del sistema de transporte autónomo (AHS, por sus siglas en inglés) son: mayor seguridad, tiempos de ciclo más consistentes, menores costos de operación, precisión, repetibilidad y predictibilidad. A ello se suma un menor impacto medioambiental, por menor consumo de combustible, reducción de emisiones y mayor duración de los neumáticos.
Con todo, el ejecutivo planteó que el éxito del uso de la tecnología radica principalmente en las personas: “Esto es un cambio de paradigma grande en la operación; requiere entrenamiento, cambios en las formas en que el jefe de turno opera, en que se hace la planificación…”. Un planteamiento que compartió Luis Etchevers, Area Manager LA-Europe-CIS Mining Technology de Caterpillar Inc., quien comentó que este sistema no sólo abarca procesos y tecnología, sino a las personas, y que exige hacer gestión del cambio.
El representante de CAT expuso que, basados en las distintas operaciones donde están operando sus camiones autónomos, la recuperación de la inversión inicial en este tipo de tecnología se alcanza en algo más de dos años. Como principales impactos mencionó: el incremento de la utilización en al menos 2,5 horas diarias según el plan operativo de la faena, la potencial reducción de la flota, la maximización de la producción que va al chancador, la baja de incidentes y la disminución en los ciclos de tiempo.
Hoy, y a seis años de partir con el sistema autónomo, Caterpillar tiene más de 228 camiones operando en distintas faenas de siete clientes, que espera aumentar a nueve. Entre sus usuarios se encuentran Fortescue, Freeport McMoRan, BHP, Vale y Rio Tinto. Como logros, Etchevers comentó que en la mina Jimblebar de BHP los costos operacionales bajaron en un 20%; en Brucutu de Vale aumentó en más de un 15% la vida útil de los componentes y equipos; mientras en las operaciones de FMG la productividad se ha incrementado 32%.
La perspectiva del cliente
Hoy son varias las compañías mineras que están analizando la automatización. Una de ellas es Antofagasta Minerals, en particular Minera Centinela, porque “los beneficios de la autonomía no son para todos”, según planteó Cristián Olivares, jefe de Proyecto Camiones Autónomos de esta operación. “La tecnología no es barata y cada faena debe definir si la mayor productividad va a lograr apalancar esos costos (…) Cada caso debe ser analizado específicamente para ver si la autonomía es un negocio”, indicó.
El ejecutivo informó que se han reunido con los fabricantes y visitado otras faenas en el mundo para evaluar el uso del sistema, tras lo cual han iniciado la ingeniería de factibilidad y un proceso de licitación para implementarlo en el rajo Esperanza Sur.
Para una vida útil de 43 años del yacimiento, las modelaciones que han hecho con cada una de las flotas han arrojado resultados positivos: un aumento de 20% o de 3,5 horas efectivas de operación, una optimización del tiempo del ciclo de 2 a 8%, un alza de la productividad de entre 19% y 25%, una disminución de 8 a 10 camiones al año en la flota requerida, un incremento de 18% en la vida útil de componentes y equipos, y una importante baja en el ratio operador/camión (desde 4.5 a 1.0).
“El riesgo principal está en las personas”, advirtió Olivares, precisando que el éxito en la adopción de la tecnología tiene que ver más con la cultura que con la infraestructura, porque hay que adaptarse a una nueva forma de operar. Insistió en que se requieren ciertas capacidades y competencias, sobre todo rigurosidad para seguir los procedimientos.
Mina autónoma
“En el futuro la idea es ir hacia una mina autónoma”, sostuvo Luis Etchevers, puntualizando que “los equipos de carguío tienen que ser parte de este esquema…La evolución va hacia los equipos de carga; éste es el complemento importante que debe tener la operación minera autónoma”.
En visión de Darko Louit, pasar desde el sistema de transporte autónomo a la mina autónoma “es un tremendo paso”, que implica operar con inteligencia artificial, así como Big Data Analytics tanto en el mundo de la operación como en el de mantenimiento.