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Víctor Petermann: “Hoy es complejo desarrollar proyectos”

El ingeniero en minas y emprendedor minero destaca que Chile no sólo tiene un enorme potencial en cobre, sino también la gente que sabe de minería y toda una industria asociada a la actividad, pero el problema está en las trabas: “Es fácil desarrollar una mina desde el punto de vista técnico, pero es sumamente difícil desde el punto de vista de los permisos”.

Ingeniero en Minas de la Universidad de Chile, Víctor Petermann es popularmente conocido como el fundador de la Reserva Biológica Huilo Huilo, aunque en la industria minera además lo reconocen como uno de los descubridores de la mina El Tesoro, que hoy forma parte del Distrito Minero Centinela. Versátil como pocos, junto con proveer productos y servicios a la minería a través del holding Tehmcorp, ha seguido explorando nuevos proyectosmineros, un par de ellos en Chile y otro en Paraguay.

Tras egresar de la carrera en 1968, trabajó su primer año profesional en Corfo y luego se cambió a Codelco, donde se encargó de ir ingresando, a un programa, la información recogida de todos los sondajes de las distintas minas, con el objetivo de evaluar los yacimientos de la Corporación y los diferentes métodos de explotación; eran los inicios de la computación en la estatal. Y el país estaba en plena etapa de la llamada Chilenización del cobre, en tránsito a la Nacionalización.

Petermann se retiró de Codelco en 1975. Tras una breve experiencia –de un año– explotando una veta minera, al bajar el precio del cobre se cambió transitoriamente de rubro: se hizo cargo de una pequeña empresa de juguetes que pertenecía a su suegro, quien había fallecido. Paralelamente, fundó la empresa Plásticos Quilicura, con la que empezó a fabricar productos para la Minera Pudahuel, que necesitaba productos plásticos para su proceso de lixiviación en pilas de baja altura.

“De ahí para adelante desarrollamos todos los materiales de lixiviación. Plásticos Qulicura fue la primera que partió haciendo sistemas de riego por goteo, que hoy en día se usan mucho, así como los sistemas de drenaje que se usaban en agricultura, y esta técnica la desarrollamos y aplicamos para el cobre en diferentes minas, para el oro y también para el salitre. Con el desarrollo del drenaje y el sistema de riego por aspersión y por goteo subimos la altura de las pilas en 6-7 metros”, recuerda.

Víctor Petermann.

Múltiples desarrollos

A principios de los años ‘80 la empresa de plásticos que lideraba cambió su nombre a Tehmcorp (Tecnología Hidráulica en Minería y Construcción). Tenían un laboratorio donde probaban los materiales para distintos tipos de mineral, y empezaron a desarrollar diversos productos para la minería.

Se han especializado en la fabricación de cátodos y ánodos, recuperando las baterías de plomo para transformarlas y usarlas como materia prima. Introdujeron las tuberías de polietileno para el transporte de relaves y de soluciones ácidas, que antes se trasladaban en tuberías de concreto o de acero con goma.

“En la misma época desarrollamos los emisarios submarinos, tecnología que aprendimos de Europa y Sudáfrica, donde vimos los primeros emisarios instalados en el mundo. En Chile el primero se colocó en La Serena. Hoy todos los balnearios tienen su emisario submarino para verter las aguas tratadas dentro del mar”, comenta Petermann.

“La forma en que hemos hecho innovación es que cuando hay un problema, tratamos de encontrar una solución”, sostiene.

En ese sentido, un aporte que destaca es el trabajo que realizaron a mediados de los ‘80, con el que lograron evitar que el tranque de relaves de la entonces Disputada de Las Condes colapsara. “Se trancó el túnel que desviaba las aguas y éstas empezaron a caer sobre el tranque de relaves y empezaron a saturar el tranque con grave peligro de que éste se viniera abajo”, cuenta. La minera contactó a su empresa en búsqueda de una solución, justo cuando estaban fabricando una tubería de 800 mm de diámetro para Codelco, la de mayor tamaño que habían hecho hasta ese momento. En menos de 10 días instalaron un bypass utilizando la tubería que era de Codelco y el tranque alcanzó a resistir.

Paralelamente, a través de la filial Minetec, ha ido consolidando su presencia en el negocio de equipos mineros, específicamente en la fabricación de baldes, tolvas y repuestos para palas. En este ámbito tienen más de 90 patentes inscritas, resalta.

Petermann junto a Juan Carlos Olivos, quien lidera Minetec en Mozambique.

De un tesoro minero a uno ecológico

En la década de 1980, junto a su amigo Claudio Segura, Víctor Petermann fue protagonista del descubrimiento de la mina El Tesoro, que posteriormente vendieron a Equatorial Mining, tras el pago de un pie de US$9 millones más un 5% de royalty sobre las ventas. El pago lo fueron recibiendo de a poco, dice, a medida que partió la explotación hasta que se agotó el cuerpo del mineral que habían descubierto.

Años después el yacimiento fue adquirido por Antofagasta Minerals, el que tras su fusión con la mina Esperanza, pasó a llamarse Centinela.

Petermann relata que gran parte del pie que recibió por esta venta lo invirtió en la empresa forestal, Bomasa, un negocio complejo –indica– en el que perdió todo lo invertido. Pero le quedaba el pago de los royalties posteriores, que destinó a construir la Reserva Biológica Huilo Huilo, una iniciativa que no tiene un valor comercial, reconoce, sino patrimonial. “Era un lugar muy bonito que conocía desde chico y cuyos bosques siempre me llamaron la atención. Me parecía que valía la pena conservarlo”, afirma.

Junto a su familia decidieron desarrollar un proyecto turístico que permitiera su preservación, además de dar empleo a la gente de Neltume y Puerto Fuy. “Esto no tiene nada que ver con negocio; no es lo mismo que fabricar tolvas para camiones o tuberías. Ahí opera un criterio comercial; en el caso de Huilo Huilo, nunca ha estado ese criterio. Es simplemente tratar de hacer que este lugar se conserve en el largo plazo. Partimos con el proyecto turístico el año 2000 y hemos invertido en forma continua, sin esperar nunca un retorno de lo que se ha invertido”, señala.

Emplazada en medio de Los Andes Patagónicos del sur de Chile, la reserva Huilo Huilo goza de una gran biodiversidad, con especies de flora y fauna únicas en el mundo. En el lugar hay distintas opciones de alojamiento, promoviéndose un turismo sustentable. Cuenta con múltiples senderos, termas, un teleférico que ofrece una vista panorámica del bosque nativo, el Museo de los Volcanes (con una exhibición de más de 700 piezas y una extensa muestra de minerales), un criadero de ciervos y otro criadero de jabalíes, entre otros espacios.

Entrada al Museo de Los Volcanes, uno de los atractivos turísticos y culturales de Huilo Huilo.

La mayor parte de las instalaciones se construyó entre 2005 y 2017, indica el ingeniero. “Nos llegó también la permisología por allá. A partir de 2010-2015 empezó a aparecer la burocracia de los permisos. Además, en la zona, y particularmente en Valdivia, hay mucha gente que cree en lo que llaman ‘decrecimiento’; plantean que el planeta, tal como se está desarrollando, va a desaparecer y que, por lo tanto, hay que decrecer. Yo no entiendo cómo, pero ese es un pensamiento internalizado en varios. Y obviamente en el decrecimiento actividades como la minería no cuadran”, advierte.

Sus ganas de contribuir a la valoración de la minería y su aporte al desarrollo del país, hicieron que Víctor Petermann se uniera a otro grupo de colegas para fundar la asociación Voces Mineras, de la cual es socio hasta la actualidad.

Trabas y oportunidades

– ¿Actualmente está trabajando en algún proyecto minero?

– Fuera de las actividades industriales, que han sido muchas, y que hemos ido desarrollando en el tiempo, tenemos varios proyectos mineros en prospección; uno es Yabricoya, en el norte, otro es Delfín –con mi amigo Claudio Segura–, el cual tiene una reserva bastante interesante, pero tenemos algunos problemas con las comunidades aledañas. Además, estamos estudiando un prospecto en Paraguay. Los de Chile son proyectos de cobre y el de Paraguay es una anomalía magnética gravimétrica que estamos tratando de perforar, pero no hemos logrado dar con el cuerpo todavía.

– A lo largo de su trayectoria profesional y empresarial, ¿cuál es la mayor dificultad con la que se ha encontrado?

– En general, si lo vemos desde el punto de vista minero, sobre todo ahora último, la mayor dificultad es lograr avanzar en los proyectos mineros, desde los sondajes para adelante. En el caso de Peine, donde tenemos el yacimiento Delfín y ubicamos una cantidad interesante de material, de un día para otro la comunidad no nos permitió seguir haciendo sondajes. Ahí estamos en una suerte de litigio y negociación para poder enfrentarlo. Por diversas razones hoy es complejo desarrollar proyectos.

La relación con las comunidades es difícil, lograr sacar los permisos para agua de mar es enormemente difícil; también todos los estudios para la explotación, que no solamente tienen complejidades, sino que se demoran mucho. Antes había en Chile una gran cantidad de pequeña minería, pero hoy hasta a la pequeña minería se le pone un montón de trabas.

Petermann destaca que Chile tiene una minería de excelencia.

– En la obtención de la licencia social, ¿cuánto pesa la percepción negativa que se tiene de la minería? ¿Esta ha ido mejorando?

-Desgraciadamente la minería tiene una mala percepción en la gente. Muchos creen que con la minería se está sacando la riqueza del país. Pero si no se produce, esa riqueza no existe. Y lograr cambiar esa percepción es muy difícil. Nadie percibe que los avances que ha tenido Chile son gracias a la minería.

A pesar de todas las trabas que tiene la industria, Chile tiene una minería de excelencia; en general, trabaja con muy buenos estándares. Pero no hemos logrado hacer el trabajo para que las personas se consideren como parte de un país minero. ¿Cómo lograrlo? Es lo que conversábamos en los inicios de Voces Mineras. Hay que hacer una propaganda continua. Por ejemplo, CAP ha hecho una muy buena promoción de su negocio minero, y probablemente también SQM, con toda la problemática asociada a esa empresa. Pero la minería del cobre, en general, no tiene una percepción positiva. Falta exponer más las bondades que la minería del cobre significa para el país.

– En el mediano a largo plazo, ¿dónde cree usted que van a estar las principales oportunidades para el desarrollo minero en Chile?

– Chile tiene un enorme potencial en cobre. La cantidad de reservas que se pueden explotar son muchas y en la medida que se vayan desarrollando, vamos a tener mejores ingresos. Pero no sé si van a estar los permisos.

No sólo tenemos los recursos, Chile tiene además la gente que sabe de minería, tiene toda una industria asociada a servir al proceso minero. Tiene todo el know how. Pero el problema está en los permisos para desarrollar minería. Es fácil en Chile desarrollar una mina desde el punto de vista técnico, pero es sumamente difícil desde el punto de vista de los permisos.

– ¿Y cómo ve el negocio del litio, con buenas perspectivas o no tanto?

– En mi opinión, el acuerdo de Codelco con SQM es bueno para ambas partes. Si bien el litio es un producto que se va a necesitar por muchos años, hay mucho litio en el mundo y su costo de extracción, comparativamente con lo que cuesta sacar una tonelada de cobre, es mucho más bajo. Y aunque acá se está mejorando la tecnología de extracción, el litio se puede sacar de muchos lugares, porque hay muchas aguas, sales y rocas que tienen litio. Su precio de venta debiera ser costo de extracción + 50%, lo que da un valor más bajo que el de hace un año, para los próximos cinco a diez años.

Innovar en minería

– Para usted, que ha sido un innovador y emprendedor, ¿cuán fácil o difícil es hacer innovación en Chile y específicamente en minería?

– Nunca es fácil. Nosotros partimos tratando de vender nuestros productos a Codelco y si bien los aceptaron, no fue fácil el comienzo. Tuvimos que convencerlos sobre las tuberías de polietileno, pero una vez que mostramos los primeros productos, se hizo más fácil porque no tenían alternativas.

Diría que, en general, a la minería no le gusta innovar. Las empresas quieren que la solución funcione. Entonces, cuando uno va a vender un producto nuevo, distinto, nadie quiere correr el riesgo de que no funcione. Podría decir que es difícil vender productos nuevos en la industria.

– Según su experiencia, ¿cuál es la compañía minera más abierta a probar productos nuevos?

– Cuando partimos, prácticamente la única minera importante era Codelco. En esa época, o le vendías a Codelco o no vendías. En nuestro caso, por lo que hemos visto estos últimos años, BHP es la más proclive a desarrollar ideas distintas.

Víctor Petermann junto a sus dos hijas y sus ocho nietos.

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