Marcos Lima, ex presidente ejecutivo de Codelco: “El país debería renegociar con los actuales productores de litio”
Replicamos esta entrevista a Marcos Lima, publicada en el medio digital Ex-Ante, donde el ex presidente ejecutivo de Codelco se refiere a cómo aprovechar el boom del litio y al proceso de concentración de cobre como una fase que agrega valor
Nota escrita por: Eduardo Olivares C.
El socio de CIS Consultores, académico de la Universidad de Chile y ex presidente ejecutivo de la minera estatal (1996-2000) sostiene que para Codelco “el proceso de meterse en el litio es una tarea difícil”. Asimismo, destaca que el proceso de concentrados de cobre implica una mayor agregación de valor: “Las fundiciones de Codelco pierden mucho dinero destruyendo valor, si comparamos los costos y eficiencia de sus equivalentes en el extranjero”.
-En 2022, las exportaciones de Chile de concentrado de cobre superaron los US$ 22 mil millones. Suele decirse que es un producto de escasa o nula elaboración. ¿Hay un malentendido con eso?
-Sí, hay un malentendido. Resulta increíble que, a pesar del tremendo desarrollo de la actividad minera en Chile, se siga con la manía de decir que el concentrado de cobre es un bien sin elaboración. ¿Qué mayor valor agregado puede haber en transformar una zona del desierto -sin valor alguno- en una mina capaz de producir lo que el mundo necesita con urgencia para enfrentar el cambio climático y para lo cual no existe aún un material que lo sustituya? Es peligroso para el futuro del país tanta ignorancia.
El proceso de extraerlo es un esfuerzo económico y tecnológico muy grande. Descubrir qué piedras tienen ese pequeño porcentaje de cobre es incluso mayor. Elaborarlo en sí mismo es un proceso productivo de alto valor agregado, y además en la etapa que va desde la roca con un poco de cobre a concentrado es la que la que tiene el mayor valor agregado porcentual.
-Más allá de la elaboración que usted describe, pareciera insuficiente para que Chile dé un salto en términos de refinación y de manufactura, si uno sigue lo que se habla de política industrial.
-En el caso de concentrados sulfurosos, la fundición y refinación es aquella etapa de la cadena de valor que tiene más bajo valor agregado. Es una suerte de maquila. No forma parte, por así decirlo, del proceso productivo minero.
Las etapas desde cátodo a alambrón o a algún producto más elaborado, como puede ser un cable especial, también ahí hay menor valor agregado. Al final del día, lo que vale es el cobre.
-Si lo entiendo bien, ¿esta discusión acerca de una política industrial para Chile no tiene sentido si uno solo observa la eficiencia en el proceso de elaboración de un producto más refinado?
-Obviamente hay mayor valor agregado total en exportar un cátodo que concentrado, hidróxido de litio en vez de carbonato, pero solo se justifica una mayor inversión para avanzar en la cadena de valor de estos minerales si dicha inversión es competitiva en tiempo y costos frente a la alternativa de solamente aumentar los niveles de producción. Las fundiciones de Codelco pierden mucho dinero destruyendo valor, si comparamos los costos y eficiencia de sus equivalentes en el extranjero, dejando de lado consideraciones estratégicas y medioambientales.
Pienso que la discusión acerca de política industrial tiene otras facetas. Para mí, mucho más importante debieran ser nuestras capacidades para desarrollarnos como los más eficientes productores de cobre, ya sea a nivel de concentrado o a nivel de cátodo.
-Una condición sine qua non para hablar de todo eso es que exista producción. En el caso de Codelco, la producción está en los mismos niveles desde hace años.
-Creo que lo que está pasando con Codelco refleja, de manera muy gráfica, que en minería las decisiones que toma uno hoy tienen consecuencias muy en el futuro. Es muy difícil para una compañía como Codelco desarrollar una nueva mina, o ampliar las anteriores, o transformarlas como en el caso Chuquicamata, sin que ello tenga cierta variabilidad.
-¿Hubo una demora en haber tomado decisiones que se están tomando recién ahora?
-Siento que una parte de lo ocurrido tiene que ver con que se concentró en Codelco la necesidad de avanzar en varios frentes al mismo tiempo. Estoy seguro de que Codelco fue la compañía minera global que más dinero estaba invirtiendo en paralelo en distintas minas no solo en Chile, sino a nivel mundial. No me atrevería a decir que la decisión se tomó equivocadamente en algunos de los momentos anteriores, pero ocurrieron la ampliación de Andina, de Teniente, la transformación de Chuquicamata y Rajo Inca en El Salvador, todo junto.
-¿Teme que podría estar sucediendo algo similar hoy cuando se habla de que Codelco explore en el Salar de Maricunga reservas de litio?
-Siempre he pensado que el proceso de meterse en el litio es una tarea difícil. Más allá del caso Codelco, lo que me preocupa es que se pierda la oportunidad. Los precios suben, y cuando eso ocurre hay un tremendo incentivo a desarrollar producciones no solo aquí, sino que en cualquier parte. Aquí lo central es que Chile despierte y aproveche la oportunidad del precio del litio.
-Cuando dice que “Chile despierte”, ¿se refiere a que se permita la exploración por parte de otros privados?
-No solo que se permita la exploración por parte de otras minas, porque eso también será un proceso largo, sino que el país debería renegociar con los actuales productores de litio.
-O sea, que se les permita producir más a SQM y Albemarle.
-Tal como ocurrió hace un tiempo con esa estupenda negociación de Eduardo Bitran, que nos permitió aprovechar este tremendo precio, se debería hacer una nueva negociación de manera tal que las compañías actuales sean capaces de aprovechar ese precio. No es llegar y aumentar las unidades de producción. Hay ciertos contratos que duran hasta el 2030 que habría que renegociar. Pero a mí lo que me preocupa es que claramente el precio puede caer.