Juan Carlos Guajardo analiza el impacto del royalty para la industria minera
En una presentación a los socios de Voces Mineras A.G. y contactos cercanos, el director ejecutivo de Plusmining planteó que si bien las últimas indicaciones del Ejecutivo suavizan el efecto negativo de un impuesto ad valorem, la tasa total efectiva sube a cerca del 50%, “que es una línea roja desde el punto de vista de los inversionistas”.
Un completo análisis al proyecto de ley del royalty a la minería que se tramita en el Congreso, a la discusión y evolución que éste ha tenido en el debate político-legislativo y a las indicaciones presentadas por el Ejecutivo, realizó el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, en una videoconferencia desde Australia, con socios de Voces Mineras A.G., a la que también fueron invitados contactos cercanos.
Para el economista, la última propuesta del Gobierno –que considera un componente ad valorem fijo del 1%, que no se aplica si la compañía tiene pérdidas, y un componente sobre la rentabilidad de carácter progresivo según el margen de explotación– es más sencilla y tiende a recoger varias de las inquietudes que tenía el sector. “Suaviza el efecto negativo de un tipo ad-valorem sobre las empresas con menor ley de mineral, y para el componente de rentabilidad la depreciación es deducible”, puntualizó.
De acuerdo con las últimas modificaciones al proyecto de royalty, y lo expuesto por Guajardo, el componente de rentabilidad tiene los siguientes tipos efectivos progresivos basados en el margen operacional minero (MOM):
- Si MOM ≤ 20%, la tasa es 8%.
- Si 20 < MOM ≤ 45 la tasa aumenta linealmente hasta 12%.
- Si 45 < MOM ≤ 60 la tasa aumenta linealmente hasta 26%.
- Si MOM es más alta que 60% la tasa en 26%.
Además, tanto el componente ad valorem como el de rentabilidad reducen la base para el cálculo del impuesto de sociedades, indicó.
Sin embargo, el director ejecutivo de Plusmining hizo ver que el gran temor de la industria está en que al establecerse un impuesto ad valorem, esto sea la puerta de entrada para empezar a subirlo en el futuro sin consideraciones claras de sustentabilidad del negocio. Adicionalmente, planteó que aún queda un tema por resolver: cuál será la tasa total efectiva a la que las empresas mineras van a estar sujetas.
Tasa al borde del 50%
“Cuando se habla de cálculo de tasa de impuesto siempre hay diferencias de interpretación, por metodologías y supuestos distintos”, sostuvo Juan Carlos Guajardo. A su juicio, no se puede utilizar simplemente un enfoque histórico para estos efectos, porque durante un lapso de 10-15 años suele haber muchos cambios (proyectos que entran, otros que salen, proyectos que maduran, algunos que reinvierten), lo que imposibilita llegar a algo representativo.
En ese sentido, expuso que el método más utilizado es modelar una mina estándar y someterla a las características de una propuesta tributaria. Esta fórmula, añadió, es aplicable a diferentes países y el resultado de la modelación tiende a ser más comparable.
La metodología utilizada para el cálculo de la tasa de impuesto efectiva, presentada por Guajardo considera los siguientes supuestos:
- Un flujo de caja y un estado financiero para los cálculos.
- Utiliza un proyecto de mina de cobre según el documento del ex director del SII Michel Jorratt (2021).
- La intensidad del CAPEX es de kUS$/16,7 por tonelada de cobre.
- La mina produce 125 ktCu/a durante su vida útil de 25 años.
- Los costes de producción se asumen a 1,43 US$/lb.
- Los impuestos incluidos son el de sociedades, el royalty y el impuesto adicional.
- Se utilizan tres casos de ratio de pago de dividendos: 100%, 76% y 50%.
- La tasa de impuesto efectiva se evalúa utilizando diferentes precios, incluido el precio de largo plazo establecido en la construcción del presupuesto nacional (US$3,74/libra).
- La tasa de impuesto efectiva se calcula para cada uno de los 25 años, y su media es la tasa de impuesto efectiva de cada simulación.
Según los cálculos de Plusmining, con la última propuesta de royalty la tasa efectiva promedio de Chile, para la minería, sube desde los 38,4% actuales a 48,4%. “Instala la tasa de impuesto cerca del 50%, que es una línea roja desde el punto de vista de los inversionistas. Para ellos, una tasa de ese nivel es considerada expropiatoria y mientras más cerca de eso, más disuasorio será para la inversión”, advirtió Guajardo.
Por otra parte, el Ministerio de Hacienda ha informado que la tasa efectiva promedio pasa de 33,4% a 39,8% al aplicar el nuevo royalty. “La diferencia entre ambos valores proviene de discrepancias en la metodología de cálculo: la industria estima una tasa promedio de las tasas anuales, durante el ciclo de vida del proyecto, mientras Hacienda calcula una tasa promedio descontando los flujos, lo cual da más importancia a los primeros años del proyecto”, observó el economista.
En opinión de Guajardo, una tasa tolerable debiera situarse entre 43-45% como máximo.
El destino de los recursos
Otro aspecto en el que según el director ejecutivo de Plusmining habría que profundizar, tiene relación con el destino de los fondos que se recauden a través del royalty. “Por mucho tiempo se ha alegado que la industria minera ‘no deja recursos en las regiones, en las localidades donde opera’ y la industria se defiende diciendo que no tiene los mecanismos legales para hacer una contribución mayor. Ante eso, este proyecto ha considerado diferentes mecanismos desde que comenzó su discusión y actualmente se está planteando un fondo orientado a descentralización, investigación y desarrollo en regiones, de US$420 millones, es decir, más o menos un 20% de lo que se recaudaría por concepto de royalty”, explicó.
Agregó que este punto habría que someterlo a un debate más amplio, porque el 80% de los recursos iría a una recaudación central, esto es, para los fines que el gobierno central decida. En la misma línea, recordó que antes ya se intentó utilizar los fondos del impuesto específico a la minería en I+D, pero “al final eso se diluyó y hoy no sabemos muy bien qué pasó con esos recursos”, dijo.
Enfatizó que, si se va a establecer un monto específico para un gasto específico, debieran existir capacidades de control y accountability, para evitar lo anterior. Y recalcó que ello es muy relevante para la legitimidad de la industria minera en los territorios.
La discusión que viene
A juicio de Guajardo, el proyecto de royalty tendrá una tramitación relativamente larga, aunque el plazo que se ha autoimpuesto el gobierno, tanto para sacar el royalty como para la reforma tributaria general, es hasta marzo de 2023. Con todo –y así lo hizo notar el economista–, hay varias compañías mineras que tienen invariabilidad tributaria hasta diciembre del próximo año, por lo tanto, aunque la iniciativa se aprobara en marzo próximo, esas empresas no empezarían a pagar hasta enero de 2024 (y recién los pagos provisionales mensuales).
Sobre la discusión legislativa, dijo que es altamente probable que se produzca una discrepancia entre el Senado y la Cámaras de Diputados, lo que hará que este proyecto pase a una comisión mixta.
Mercado del cobre
En una segunda parte de su exposición, Juan Carlos Guajardo se refirió a las perspectivas para el mercado del cobre, a partir de los últimos eventos mineros que han tenido lugar.
Comentó que se observa cierto cambio en la percepción de la trayectoria que podría tomar el mercado del cobre. Entre los elementos que afectarían la demanda en 2023 están: múltiples crisis en paralelo (económicas, climáticas, energéticas, geopolíticas); las medidas de los bancos centrales tratando de frenar la inflación a través de mayores tasas de interés, lo que impacta la actividad económica, por lo que se avizora un ciclo de baja de tasas más temprano que tarde; China empezando a relajar las medidas anti covid y a introducir selectivamente estímulos al mercado inmobiliario, con cierta recuperación respecto de los dos últimos años.
Respecto del suministro de cobre, señaló que está siendo gravitante la situación de oferta más compleja que hay en Chile y Perú. Añadió que la chatarra está aumentando su importancia estratégica, no para aumentar la oferta, sino cambiando la composición de la cartera de cobre refinado/concentrado. También las fundiciones están con dificultades, incluyendo algunas en China.
Además, observó que los temas de certificación como el Copper Mark han aumentado su relevancia. “Se estima que hacerse cargo de todo lo que son las ESG (principios de medioambiente, sociales y gobernanza) puede significar a las compañías mineras hasta un dólar más en los costos”, señaló.
De acuerdo con Guajardo, tanto el mercado de concentrado como el de cobre refinado van a estar más estrechos de lo que se preveía. Por ello, en Plusmining cambiaron su perspectiva para el precio del Cu en 2023, desde US$3,5/lb a cerca de US$4/lb.
Consultas
Al término de su presentación se le consultó acerca de los riesgos que existirían en que, al considerar la depreciación, las empresas reinviertan para no pagar impuestos, ante lo cual el economista sostuvo que ha habido un aprendizaje y se han tomado las medidas regulatorias para que eso no vuelva a ocurrir.
Y en cuanto a la posibilidad de que la reforma tributaria, así como la previsional, generen una carga adicional para la industria minera, respondió que el impacto sería más bien pequeño, no más del 1%.
Puede revisar la presentación de Juan Carlos Guajardo aquí: