Willy Kracht: “Proponemos una Empresa Nacional del Litio que pueda actuar en asociación con privados”
El subsecretario de Minería, quien expuso en el foro de Voces Mineras antes de asumir el cargo, explicó que lo que buscan es que el Estado tenga un rol protagónico como coordinador del desarrollo a partir del litio, “capaz de articular a los distintos actores y que participe de los beneficios de una manera justa”.
Promover la creación de una Empresa Nacional del Litio que desarrolle una nueva industria de este recurso en el país, con protagonismo de las comunidades y agregando valor a la producción, forma parte de uno de los compromisos del programa de gobierno de Gabriel Boric. Las consideraciones para su diseño fueron abordadas por Willy Kracht, quien participó en el foro de Voces Mineras antes de asumir como subsecretario de Minería, cargo que ocupa desde el pasado 11 de marzo.
“A nosotros nos interesa definir un nuevo rol económico de los recursos naturales, pasando de la mera extracción a un uso más eficiente de las rentas propias del sector, pero con mucha armonía territorial y una minimización de los impactos locales”, planteó la autoridad.
El ahora ex director del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile puntualizó que lo que proponen es avanzar desde un modelo extractivista-rentista hacia una sociedad del conocimiento. “Hay una diferencia entre generar condiciones para exportar materias primas y generar condiciones para que en el proceso de extracción y procesamiento de materias primas estemos abiertos al desarrollo de productos más elaborados y muy atentos a la generación de conocimiento y creación de capacidades”, puntualizó.
A su juicio, para el éxito de este modelo es muy importante generar valor local, cumpliendo con altos estándares ambientales, una mejor relación con los territorios –aspecto que a en su opinión debiera tener un ajuste a nivel regulatorio– y con una retribución justa.
Contexto
Como contexto, Kracht coincidió con los demás expositores del foro “Desafíos y Oportunidades de la Minería del Litio en Chile”, en que el escenario global de cambio climático y transición energética se ha traducido en una mayor demanda de elementos estratégicos, “pero el que destaca por lejos es el litio, para el que se proyecta que, de aquí al 2050, la demanda crezca en diez veces”, dijo.
Hizo ver que el desafío global de reducir las emisiones de carbono también implica mucha preocupación por los impactos locales, lo que hace relevante tener una producción limpia. “El litio tiene una baja huella de carbono, porque parte importante del proceso actual, basado en evaporación de salmuera, lo hace el sol. Pero tiene un altísimo consumo de agua”, sostuvo, acotando que una tonelada de cobre producida en Chile tiene un consumo aproximado de 70 m3 de agua, mientras producir una tonelada de litio implica de 400 a 2.800 m3 de agua.
“Entonces, tenemos un tremendo impacto ambiental producto del tipo de proceso que estamos utilizando, y ahí hay un desafío importante que abordar con la mayor celeridad posible”, expresó.
En ese sentido, el subsecretario instó a concentrarse no sólo en la venta de la materia prima o en lo que se logre aguas abajo, sino también poner atención en la reducción del impacto local, a través de investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento.
Como desafíos en torno al litio mencionó: reducir la huella hídrica, mejorar la eficiencia de los procesos, desarrollar conocimiento y capacidad local, generar valor compartido y retribución justa, y tener una relación armónica con el territorio, haciendo un trabajo temprano en este ámbito. “Si invitamos a las comunidades a participar de esa discusión cuando ésta ya está zanjada, es poca la armonía que podremos tener”, advirtió.
Sociedad del conocimiento
De acuerdo con Kracht, al concebir el desarrollo minero desde la perspectiva de avanzar hacia una sociedad del conocimiento, aparecen otros eslabones en el ciclo del litio, que van más allá de la producción de la materia prima, es decir, más allá de la caracterización de los salares y de una explotación eficiente. “Nosotros podemos avanzar más que eso, podemos avanzar en encadenamientos productivos; quizás no llegar a la producción de baterías, porque el litio es una parte menor en comparación a otros elementos que las componen, pero de todos modos podemos avanzar en la elaboración de materiales para las baterías y participar desde ya en un mercado que aún es pequeño, pero que tendrá que desarrollarse, como es el reciclaje de baterías”, aseveró.
Todo ello, añadió, está cruzado por esfuerzos en I+D, y además exige el levantamiento de información para caracterizar mejor los salares, de manera de tomar mejores decisiones, a lo que se agrega el desafío de la trazabilidad y transparencia.
“No estoy diciendo que la condición para superar un modelo extractivista-rentista sea necesariamente avanzar aguas abajo. La cantidad de desafíos que hay aguas arriba, es decir, en hacer una producción eficiente, también implica la generación de conocimiento”, aclaró.
Rol del Estado y la Empresa Nacional del Litio
“Pero si nos concentramos en avanzar aguas abajo –continuó el subsecretario citando un estudio de la Cepal–, los desafíos para Chile y para los países del triángulo del litio son mayores y requieren de una participación y coordinación protagónica del Estado, por los niveles de competencia y jerarquía que actualmente operan en la cadena del litio, donde hay brechas tecnológicas y distancias cognitivas y de mercado que hay que vencer. Es un desafío muy grande como para suponer que los distintos actores se van a coordinar y poner de acuerdo para enfrentarlo”.
Según la autoridad, eso hace necesario que el Estado tenga un rol protagónico como coordinador. “Lo que proponemos es crear una Empresa Nacional del Litio que esté controlada por el Estado, pero que pueda actuar en asociación con diversos actores privados”, expuso, detallando que entre sus funciones y atribuciones estarán: el aprovechamiento de los salares y recursos minerales no metálicos de litio, potasio, boro y magnesio disponibles, así como el desarrollo de una industria nacional de valor agregado en base al litio y sustancias asociadas.
“No estamos pensando en el equivalente a lo que fue Codelco a mediados de los ’70 y principios de los ‘80, que era ‘la’ empresa productora, sino en una entidad estatal capaz de articular a los distintos actores y que participe de los beneficios de una manera justa, que implique para el país un acceso adecuado a las rentas que se puedan generar”, indicó.
De acuerdo con lo planteado por Kracht, esta idea requiere un diseño institucional que va más allá de la promulgación de una ley que cree la Empresa Nacional del Litio. “Tiene que haber un ecosistema. Pensamos en la integración de distintas entidades, algunas de las cuales están en el Estado y otras que es necesario crear o recrear, como el Comité de Gobernanza de Salares, que se estaba haciendo cargo de una política de salares y desarrollo del litio, y que por razones que no comprendemos dejó de operar”, señaló.
Asimismo, observó que se necesita mayor capacidad de investigación en litio y mayor coordinación en I+D. A su juicio, la creación del Instituto de Tecnologías Limpias apuntaba a ese objetivo, por lo que lamentó que aún no pueda ver la luz.
De ese diseño institucional también serían parte la Comisión Chilena de Energía Nuclear y la institucionalidad ambiental, requiriéndose además la coordinación con otras áreas del Estado, como el Ministerio de Ciencias y Corfo.
“Bajo esta mirada sistemática, pensamos en una Empresa Nacional del Litio que no se queda sólo en la producción de materia prima eficiente y de manera armónica con el entorno, sino que se atreve a ir más allá para avanzar hacia la generación de encadenamientos productivos y el reciclaje de baterías, en colaboración con actores privados en cada una de estas fases”, afirmó.
Tareas de corto plazo
Mientras se crea la Empresa Nacional del Litio, para el corto plazo el subsecretario de Minería presentó una hoja de ruta con las siguientes tareas:
- Seguir avanzando a través de Codelco en la exploración y explotación del litio en el Salar de Maricunga.
- Restituir el Comité de Gobernanza de Salares para que retome la discusión de la política de desarrollo del litio.
- Avanzar en la creación de un Centro de Investigación del Litio o reimpulsar iniciativas como el Instituto de Tecnologías Limpias. “No puede ser que estemos perdiendo tiempo precioso en una discusión administrativa, porque hubo un lío en la adjudicación”, opinó.
- Impulsar un programa de formación y atracción de capacidades en I+D.
- Establecer un diálogo permanente con las comunidades que se encuentran en los territorios donde están los salares. “La posibilidad de que las comunidades participen de la propiedad de los desarrollos puede ser interesante”, dijo.
- Explorar colaboraciones con los países del triángulo de litio (Argentina y Bolivia).
- Buscar socios estratégicos que permitan acelerar la incorporación de Chile a la cadena de valor del litio. “Formar capital humano y esperar a que tengamos infraestructura para generar conocimiento puede tomar un tiempo (…) No podemos esperar”, enfatizó.
El subsecretario subrayó que la oportunidad está y que ahora es cuando hay que aprovecharla.
Repase aquí la presentación de Willy Kracht: