Pedro Lasota: “Hoy el tema más candente es el constitucional”
“El sector debe transmitir la importancia que tiene la minería para el país, que lo entiendan los constitucionalistas que van a ser electos”, afirma este ingeniero civil metalúrgico, que pasó la primera mitad de su carrera en Codelco y, luego convertido en proveedor de la minería, fue uno de los fundadores de Aprimin.
Casado, padre de tres hijos y abuelo de ocho nietos, Pedro Lasota forma parte de la segunda generación de egresados de Ingeniería Civil Metalúrgica de la Universidad de Concepción, carrera a la que se cambió desde Ingeniería Civil Química, después que el profesor Alexander Sutulov –quien creó la especialidad en Metalurgia en esa casa de estudios– lo convenciera de hacerlo. Egresó en 1965, recibiendo el premio UdeC al Mejor Alumno de la disciplina. Cincuenta años después, en 2015, el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCh) le otorgó el Premio al Afecto Minero.
En su formación también destaca un curso de perfeccionamiento profesional en la London Graduate Business School, programa LEP 33, de 1981.
Lasota fue el primer ingeniero civil metalúrgico de la UdeC que llegó a Chuquicamata, donde partió integrando el equipo de lo que se denominaba “Test Plant”. Ahí –recuerda– desarrollaron las primeras pruebas en Chile de lixiviación y extracción por solventes con electrodepositación. “Se construyó una planta piloto de 1 galón por minuto para procesar el mineral de la Mina Sur, que era muy complejo, y evaluar su tratamiento. Después se implementó una planta de extracción por solventes para obtener una buena calidad de cátodos”, relata.
Tras ascender a superintendente de la Refinería de Chuqui, la gerencia le pidió hacerse cargo del área de Abastecimiento de la División, con la tarea de ordenar y disminuir el exceso de inventarios. Incorporando tecnología informática y otras medidas, logró reducir el valor de los inventarios desde U$$250 millones hasta US$98 millones, y de once bodegas a tres, eliminando muchos ítems obsoletos tras efectuar un inventario físico contable real. Fue así como la Presidencia Ejecutiva de Codelco lo designó como gerente corporativo de Abastecimiento, donde estuvo siete años hasta 1985. Ese periodo coincidió con varias expansiones y compras de planta, como las cuatro unidades termoeléctricas de Tocopilla, plantas de oxígeno y ácido sulfúrico, adquisición de equipos minas (palas, camiones, perforadoras) y equipos de proceso (chancadoras, celdas de flotación y planta de extracción por solventes).
Posteriormente fue nombrado subgerente general de El Teniente, donde permaneció casi tres años para asumir luego la gerencia general de Andina hasta 1990. En esa división, junto a los geólogos se encabezó una campaña de exploración y evaluación del yacimiento, en que con el tiempo se llegaron a estimar recursos por cerca de 6.000 millones de toneladas, una cantidad que la puso entre las más grandes del mundo.
De Codelco, Pedro Lasota pasó al sector privado. Entre otros cargos, ocupó el de gerente general de Dicsa Komatsu y de Detroit S.A., convirtiéndose en socio de esta última y de la cual es actualmente director. Fue asesor de la gerencia general de la Compañía Minera del Pacífico (CMP) para la actualización del equipamiento de la mina Romeral y apertura de la mina Los Colorados. También fue asesor comercial de ICI Explosive y ha sido director de diferentes empresas relacionadas a la minería, entre ellas, Constructora Gardilcic, Petricio Industrial, Schwager Energy y presidente de Tetramet. En 2003 se unió a otros ejecutivos de empresas proveedoras para formar Aprimin, asociación de la que fue gerente general hasta 2007.
¿Qué impronta le dejó su paso por Codelco?
Cabe precisar que pasé por Chile Exploration Co., subsidiaria de Anaconda, por la Chilenización del Cobre, la Nacionalización del Cobre y la formación de Codelco desde 1976. No hay nada más importante para Chile que Codelco. Fue la empresa que me formó como profesional. Y en lo personal, el contacto con los trabajadores, los supervisores, los ingenieros, los profesionales, es invaluable. Esa vida que tuve en campamentos durante tantos años creó un vínculo con los ingenieros con los que trabajé, que no se habría dado de otra forma y que se mantiene hasta el día de hoy.
¿Cuáles han sido las mayores satisfacciones que ha tenido a lo largo del ejercicio de su profesión?
Son muchas…Por ejemplo, la evaluación que se comenzó en el yacimiento Río Blanco de Andina, la compra de las cuatro unidades termoeléctricas de Tocopilla, que fueron un ejemplo de negociación y financiamiento en su oportunidad, y muchos avances que hubo en abastecimiento, que fueron beneficiosas para la empresa. También en los años 80 se negoció y suscribió un contrato con Cocar por el suministro de carbón sub-bituminoso para las centrales de Tocopilla, que permitió la apertura y explotación del yacimiento de Pecket en Punta Arenas, que suministró por muchos años el carbón requerido.
¿Desde ahí partió su vínculo con el mundo de los proveedores?
Los siete años que estuve como gerente corporativo de Abastecimiento de Codelco me significaron gozar de una situación privilegiada, porque me permitió abrirme al mundo de los proveedores internacionales, y los nacionales también. Hicimos importantes negociaciones de equipos. Había un vínculo muy grande norte-sur, es decir Chile-Estados Unidos y con algunas empresas canadienses, y se empezaron a abrir las relaciones con los japoneses, finlandeses y suecos.
En mi época se creó un departamento de adquisición de equipos para proyectos, que atendía los requerimientos de las firmas de ingeniería para las licitaciones de los equipos.
¿En qué medida la experiencia de haber estado en el lado productivo, le sirvió para una mejor relación entre ambos mundos?
La experiencia ganada en esos años fue valiosísima, porque unir los intereses de quien vende y quien compra es fundamental.
A usted y al grupo inicial de fundadores, ¿qué los llevó a formar Aprimin?
En esos años había algunas dificultades en la operación, porque había asimetrías en los contratos entre las grandes empresas y los proveedores. Había problemas de ingreso a las faenas, de capacitación del personal, de reglamentos muy distintos según cada empresa. Nos empezamos a juntar seis a siete ejecutivos para buscar formas de solución y se decidió crear una asociación gremial que agrupara a los grandes proveedores de la minería. Fui designado para su formación y en septiembre de 2003 presenté un proyecto para su creación y empecé a trabajar en su gestación. En ese entonces 23 empresas firmaron el acta fundacional.
Hoy, después de casi 18 años de ese hito, ¿qué temas siguen pendientes en la relación proveedores/compañías mineras?
Creo que se han superado muchos de los temas. Diría más bien que en la minería hay una preocupación transversal por las discusiones que hay respecto de los impuestos, la posible aplicación de un nuevo royalty, los temas medioambientales, el proyecto de ley de glaciares…
Pensando en el corto/mediano plazo, a su juicio ¿en qué temas debiera centrarse la industria minera?
El tema más candente es el constitucional. El sector debe transmitir la importancia que tiene la minería para el país, que lo entiendan los constitucionalistas electos.
Y respecto de los temas que son de responsabilidad de la industria, ¿cuáles son los principales desafíos que tiene el sector?
Un desafío es el cuidado del medio ambiente, al que puede ayudar el uso del hidrógeno verde, evitando el uso de combustibles fósiles. Pero hay que desarrollar los equipos para eso. Estamos en un proceso en que debiera haber un cambio tecnológico importante con el hidrógeno verde y las energías más baratas que se están obteniendo de las tecnologías fotovoltaicas, termosolar y eólica. Eso, a su vez, tiene que redundar en una mayor eficiencia y baja de los costos de la minería. Un tema de real importancia es el manejo y disposición futura de relaves.
¿Ve a la industria minera abierta a la incorporación de nueva tecnología?
Algunas empresas mineras son más abiertas que otras. En general, la industria minera es conservadora; cuesta hacer pruebas y evaluar nuevas alternativas en las faenas. Se necesita una mayor colaboración de las compañías mineras en permitir testear nueva tecnología en la operación misma.
Durante su carrera Pedro Lasota fue vicepresidente de la Regional Antofagasta del Colegio de Ingenieros por siete años, secretario del IIMCh y actualmente es director del Canadian Institute of Mining (IMC) Los Andes, además de consejero de Asimet.