Cómo la minería está aportando al financiamiento de la agenda social
Contribución de Héctor Espinoza Villarroel
Existe una conexión directa entre los fondos soberanos que tiene el Estado y la contribución de la minería a los mismos, los cuales jugarán un rol fundamental en el financiamiento de las demandas sociales.
En el actual contexto de demandas sociales insatisfechas, el Estado requiere allegar mayores recursos para su financiamiento, lo cual hace principalmente a través de los ingresos tributarios, entre ellos los provenientes de la minería privada y de Codelco, además de los excedentes que aporta esta empresa del Estado al erario nacional.
Es aquí donde la Minería tiene un rol destacado que jugar: si bien siempre ha sido un pilar básico y de significativa contribución a las finanzas públicas, hoy es más patente que nunca la oportunidad que tiene el sector de visibilizar su aporte al financiamiento de la agenda social.
Existe, en efecto, una conexión directa entre los fondos soberanos que tiene el Estado y la contribución de la minería a los mismos, los cuales jugarán un rol fundamental en el financiamiento de las demandas sociales de mayor equidad salarial, mejores pensiones solidarias básicas y de invalidez, mayores beneficios subsidiarios en los ámbitos de salud, educación, vivienda, trasporte público y otros, como eje de la acciones redistributivas que el Estado deberá generar -en la senda de un Estado de Bienestar que no descuide los equilibrios macroeconómicos- para lograr una sociedad más justa.
¿De que fondos soberanos estamos hablando?
Frente a los compromisos de la agenda social y de recuperación de infraestructura dañada, tras el estallido de las manifestaciones desde mediados de octubre, Hacienda anunció que utilizará cerca de US$1.500 millones del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) entre 2019 y 2020. Ello, en un contexto económico calificado como difícil por el ministro del ramo, Ignacio Briones. En particular, de este fondo se destinarán US$600 millones a mayor gasto en el Presupuesto 2020 y otros US$850 millones para financiar déficit fiscal.
Creado por el DFL N°1 del 12 de febrero de 2007, como su nombre lo indica, el FEES es un instrumento de estabilización macroeconómica destinado a financiar déficits fiscales que pueden generarse en períodos de bajo crecimiento y/o bajo precio del cobre, reduciendo de esta forma las fluctuaciones en el gasto fiscal producidas por los ciclos económicos, como asimismo las presiones de un mayor endeudamiento del sector público.
Asimismo, existe otro fondo soberano, el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP), creado por la Ley 20.128 sobre Responsabilidad Fiscal del 30 de septiembre de 2006. Su objetivo es complementar el financiamiento de obligaciones fiscales derivadas de la pensión básica solidaria de vejez y de invalidez, y del aporte previsional solidario de vejez e invalidez. Tiene una relación de dependencia del FEES, dado que el FRP se constituye e incrementa por aportes iguales al superávit fiscal efectivo anual, con un tope máximo del 0,5% del PIB del año anterior y una base mínima del 0,2% del PIB, mínimo que se aplica incluso en años de déficit fiscal.
Los aportes anuales al FEES son iguales al superávit efectivo menos los aportes realizados al FRP en las condiciones señaladas. Si la diferencia entre el superávit efectivo y el aporte al FRP es negativa, entonces no se realizan aportes al FEES.
Vínculo con la Minería
En su año de creación, el FEES recibió un aporte inicial de US$13.100 millones, suma que corresponde a la fusión de dos fondos constituidos por ingresos del cobre aportados por Codelco: el primero, el Fondo del Precio de Referencia (calculado como promedio móvil de los seis años precedentes), destinados a la amortización extraordinaria de la deuda pública y, el segundo, correspondiente al denominado Fondo de Compensación para los Ingresos del Cobre.
Por su origen, claramente el aporte de US$13.100 millones al FEES correspondió a recursos que íntegramente fueron aportados por Codelco al Fisco, tanto por impuestos como por excedentes asociados a las significativas utilidades de entonces (excluyendo los recursos de la Ley Reservada del Cobre). Queda de manifiesto, entonces, la significativa y directa contribución de la minería a este fondo, como también indirectamente al FRP como se explicó anteriormente, desde los cuales ahora se destinarán importantes recursos para financiar las demandas sociales.
Y en la medida que la actividad minera siga desarrollándose, podrá seguir aportando a estos fondos y permitir que el Estado tenga los recursos necesarios para implementar políticas públicas que hagan a Chile un país más justo y solidario.
Evolución del FEES
En el cuadro siguiente se muestra la evolución del FEES, con sus aportes, usos y ganancias por intereses y mayor capitalización del mismo:
A septiembre de 2019 este fondo acumulaba un monto de US$14.134 millones, producto de aportes por un total de US$21.766 millones y retiros que suman US$11.958 millones en el mismo periodo, entre los cuales el más importante se realizó en 2009 por US$ 9.278 millones, y donde el valor neto del fondo se ha visto incrementado por la rentabilidad obtenida.
Por su parte, el FRP acumula a septiembre de 2019 un monto de US$10.498 millones.