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Planta hidroeléctrica Chivilingo y Thomas Alva Edison

Por Pedro Courard, socio de Voces Mineras A.G. Cuando se menciona a la Central Hidroeléctrica de Chivilingo, monumento histórico nacional, hito de la ingeniería eléctrica mundial y la segunda hidroeléctrica de Sudamérica, se hace referencia a que fue diseñada por Thomas Alva Edison. Incluso el decreto 721 del 25 de octubre de 1990 que la declara monumento histórico, dice que “fue diseñada por Tomas Alba Edison”. Pues bien, esto es un error. Edison no tuvo participación alguna en el diseño de la planta. La mejor información sobre esta central la proporciona Guillermo Raby, que tuvo a cargo los estudios relacionados con el proyecto y que era ingeniero de la Compañía Explotadora de Lota y Coronel, dueña de la central. En los “Anales del Instituto de Ingeniería, Tomo XII, 15 de noviembre de 1897, N° 82” se describe este proyecto como: “Empresa de Transmisión de Fuerza de Chivilingo, Guillermo E. Raby, Lota, agosto 3 de 1896”. En su informe Raby detalla el proyecto incluyendo el estado de avance de la obra a la fecha, y menciona lo siguiente: “Se ha adoptado el sistema de corriente alternativa de tres fases de alta tensión para la transmisión de la fuerza”. También agrega: “Esta estación fue encomendada a la acreditada casa alemana de Schucker y Cía., de Nuremberg”. Resulta inconcebible que Raby omitiera el nombre de Edison, el inventor más famoso de la época, si este hubiera tenido participación en el diseño, visto que menciona el nombre del fabricante del equipo. Por otra parte, la clara mención de que se empleará “corriente alternativa”, la hoy llamada corriente alterna, descarta a Edison como autor, ya que es sabido que Edison sólo empleó corriente continua, siendo gran detractor de la corriente alterna propiciada por Tesla. Para mayor abundamiento, cuando trabajé como joven ingeniero en la Compañía Carbonífera e Industrial de Lota, el entonces jefe del departamento eléctrico, Raoul Ghyra, me contó que él tenía en su oficina una carta de Edison contestando una consulta donde su opinión era contraria al proyecto, esto muy lógico, ya que él era de corriente continua. Lamentablemente, nunca vi la carta y no sé si todavía existe. Por consiguiente, la única “participación” de Edison sería la respuesta a una consulta oponiéndose al proyecto. Por otra parte, en alguna de las publicaciones actuales sobre el tema se menciona que las obras de ingeniería estuvieron a cargo de la empresa estadounidense Consolidated Company, que se atribuye como de Edison. No encontré antecedentes de esa empresa, que podría ser sucesora o continuadora de Edison. En 1882 Edison funda la Edison Illuminating Company, que después pasa a llamarse Edison Electric Company. En 1892 J.P. Morgan compra las acciones de Edison de dicha compañía, fusiona la empresa (¿Consolidated?) con otra firma, creando la General Electric Company y reemplaza la corriente continua por corriente alterna. Por lo tanto, cuatro años antes del inicio de la construcción de Chivilingo, Edison ya no tenía participación en esta compañía. Por consiguiente, aun en este hipotético caso, nada tendría que ver en el diseño de Chivilingo. El hecho de que el proyecto no sea obra  de Edison no le quita ningún mérito; más bien, en mi opinión, le agrega mérito al demostrar la notable visión de estos empresarios e ingenieros que tuvieron la audacia de llevar a cabo un proyecto con la tecnología más avanzada en este remoto país. Finalmente, Edison tiene méritos propios que no hace necesario estar inventándole otros.

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